Se esperaban las palabras de la vicepresidenta primera en Córdoba, tras la movida provocada por su enemiga en el Gobierno, la vicepresidenta Yolanda Díaz

Pues bien, no dijo nada.

Ante los directivos españoles reunidos en Asamblea, doña Nadia volvió a Matrix: “La recuperación esta en marcha, va de menos a más”. Calviño siempre hace lo mismo: comienza con una mentira y acaba con un ramillete de embustes. 

La número dos del Gobierno Sánchez vive en Matrix: asegura que todo va bien

Asegura Calviño que el Gobierno ha protegido el tejido productivo: falso, sólo le han inyectado cloroformo a los pacientes en forma de subvenciones, tipo Ertes. Pero en algún momento habrá que despertarlos y entonces

También es maestra de la autoalabanza: asegura sin despeinarse que si no se llega a ser por el Gobierno se habrían destruido en España 3 millones de empleos y habrá caído el PIB un 30%. ¡Toma ya!

Insiste en los tópicos más manidos de los sociopodemitas, como lo de la economía verde y digital, sin explicarnos en qué consisten lo uno y lo otro. 

El tema estrella, la reforma laboral que le enfrenta a Yolanda la candidata de Podemos: “Queremos una reforma laboral que se adapte al siglo XXI y que mejore el marco laboral”. ¡Qué curioso!, todos pensábamos que la vicepresidenta económica del Gobierno pretendía una reforma que empeorara el marco laboral y que, además, fuera del siglo XIX: Nadia Calviño es la reina de la obviedad… de la obviedad insulsa. 

La vice postula un nuevo ‘contrato social’ -propaganda bobalicona del señor Jean-Jacques Rousseau aquel buen salvaje que obligaba a sus mujeres a dejar a sus hijos en el torno de la inclusa nada más nacer- y una reforma laboral que, no sabemos cómo la afrontaría doña Nadia, pero sí sabemos que la considera muy necesaria. Ya saben, lo del sirviente de Memorias de África que sí sabia lo que era la porcelana: ¡Se rompe!

Ni una palabra sobre la necesaria reforma laboral

Y al final, claro está, el discurso Calviño siempre acaba en contradicción. Crecimiento verde, sostenido y con igualdad de género: mire usted, señora, si es verde no es sostenible, sino oneroso y la igualdad de género supone un considerable gasto extra y oneroso, tanto para el erario público como para la empresa privada, absolutamente ineficaz, absolutamente estúpido, cargante, ridículo… que nada aporta al PIB.

Y lo que ya no le perdono es que insista en su mentira de que “España es un supuesto de éxito para afrontar la pandemia”. Sí se refiere a España, que bajo el Gobierno de Sánchez y Calviño fue el país con más muertos por habitante de toda Europa, sólo superado por Perú en el resto del mundo, cuando llegó el virus ¡Y eso es un éxito!: ¡Márchese, señora Calviño! Así dejará de mentir.