Desde el punto de vista meramente contable, Merlin Properties no remonta el vuelo. Y es que según la cuenta de resultados correspondiente al 2023 la socimi vuelve a pérdidas, en concreto de 83,5 millones de euros, frente a los 263 millones de euros de beneficios del año anterior, según ha comunicado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

Una vez más, este descenso no se debe a la actividad y la marcha de la socimi, sino al impacto que la caída en la valoración de sus activos ocasionó en su cuenta de resultados. En concreto, por las subidas de los tipos de interés, el valor bruto de su cartera fue de 11.270 millones de euros, un 3,4% menos en términos comparables.

Es algo que ya avisó el consejero delegado de la socimi, Ismael Clemente, y que ha vuelto a recordar, aseguando que la previsión es de que las valoraciones sigan cayendo, sobre todo en oficinas, durante al menos dos años más. Además, Clemente no espera que los tipos de interés vayan a caer pronto. 

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Es más, Merlin cuenta con una ocupación histórica de sus activos: la división de oficinas ha visto crecer un 6,1% hasta los 255 millones de euros en rentas, con la ocupación al 92,5%, los centros comerciales están al 96,2% y sus rentas llegaron a los 126 millones de euros, un 7,7% más. Y de la misma forma, la firma capitaneada por Clemente aumenta en un 6% sus ingresos, hasta los 488 millones de euros, aunque el beneficio operativo se vio afectado por la venta en 2022 de las sucursales de BBVA, hasta los millones de euros, un 2,1% menos. Por lo que sin esta venta, la partida habría subido un 9,6%. Y el Ebitda también ha crecido un 9,7%, hasta los 367 millones de euros. 

La cuenta de resultados muestra un aumento del 6,8% de la deuda, hasta los 4.050 millones de euros, por su parte, la liquidez bajó al 29,5%, hasta los 1.309 millones de euros, con un vencimiento medio de la deuda de 5,1 años. La buena noticia es que todos los vencimientos ya están cubiertos hasta noviembre de 2026. 

Como analizaba Ana Sánchez Arjona en Hispanidad, "A pesar de que Merlin Properties tienen tasas de ocupación de sus oficinas por encima del 90%, la gran parte de su deuda a tipo fijo y liquidez para cumplir con sus compromisos de pago a dos años vista, los tipos están limitando su actividad". 

Pero, lo que verdaderamente juega a favor de la socimi es que está diversificando el negocio más allá del alquiler de oficinas y centros comerciales. Hablamos de los centros de datos, la nueva pata de negocio. Merlin ya cuenta con tres centros: Getafe (Madrid), Barcelona-PLZ y Bilbao-Arasur, con 3 megavatios (MW) en funcionamiento en cada uno de ellos, que le concedieron 500.000 euros en rentas. Asimismo, están pendientes de recibir licencia de obras en Lisboa para abrir otro centro (la esperan antes de abril), que tendrá una capacidad para 80 MW. 

Clemente ha asegurado que ya se han puesto en marcha las órdenes de compra de nuevo equipamiento con el objetivo de tener 24 MW más instalados a finales del tercer trimestre de 2024, otros 9 MW hacia finales del primer trimestre de 2025 y otros 18 MW a finales de 2025, hasta totalizar 60 MW, y 100 MW en Bilbao. 

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Este año Merlin tomará la decisión sobre cómo acometer estas inversiones, valoradas en 2.000 millones de euros: entre las opciones está financiarlas mitad con deuda, mitad con ampliación de capital o con la entrada de un nuevo socio. 

Y es que los centros de datos fueron una apuesta personal del propio Clemente, que vio en este tipo de infraestructuras una clara oportunidad por su escaso desarrollo en España, algo que le reportará a la compañía un alto potencial de crecimiento y una rentabilidad superior a otros activos clásicos, lo que demuestra la buena gestión del consejero delegado. 

Precisamente, junto con los resultados financieros, Merlin ha publicado su informe de remuneraciones, en el que vemos que Clemente ha cobrado 2,3 millones de euros, un 14,73% que en 2022, año en el que recibió un incentivo por la venta de Tree Inversiones Inmobiliarias Socimi. Algo que también le ha pasado al director general corporativo, Miguel Ollero, que percibió más de 1,6 millones de euros. 

Por su parte, el presidente no ejecutivo, Javier García-Carranza, hombre del Banco Santander, mayor accionista de Merlin con el 22,6% del capital, decidió renunciar a su total remuneración como presidente. Pero no sufran por García-Carranza: a partir de 2024, percibirá el importe estipulado en la política de remuneración, 450.000 euros, a lo que habría que sumar el resto de remuneraciones que percibe como 'hombre de negocios' del Santander. 

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