Mercedes Olano no tiene la culpa de que los inspectores no la reciban con vítores.
El Banco de España confirmó el viernes lo adelantado por Hispanidad: Mercedes Olano ha sido nombrada directora general de supervisión en sustitución de Julio Durán. Se confirma, pues, que, al final, la subgobernadora, Margarita Delgado, se ha salido con la suya. Olano y ella son de la misma promoción y su nombramiento es una apuesta personal de la número dos del Banco de España.
Sea como fuere, Olano no va a ser bien recibida en el cuerpo de inspectores, pero no es culpa suya, al menos del todo. Me explico: la nueva inspectora jefe viene de dirigir el grupo IV de inspección, el que coordina y supervisa las inspecciones in situ, un trabajo de campo que se ha vuelto burocrático desde que Fráncfort tomó las riendas del asunto. Y la que dirigía esa labor tediosa, que choca frontalmente con la realizada antiguamente por el cuerpo, es precisamente, su nueva directora general. Los inspectores han pasado de ser los reyes del mambo a meros burócratas que cumplen órdenes de Fráncfort.
Los inspectores han pasado de ser los reyes del mambo a meros burócratas que cumplen órdenes de Fráncfort
Se sigue hablando del impuesto sobre las hipotecas, muy presente en las presentaciones de resultados trimestrales de Bankinter, Caixabank y Sabadell. Efectivamente, la banca apuesta por la no retroactividad de la medida, si es que el Tribunal Supremo decide finalmente cambiar de criterio, esto es, que sean las entidades las que lo paguen. Algunos, como el presidente del Sabadell, Josep Oliu, cree que el Supremo debería reconsiderar su posición, es decir, dar marcha atrás y dejar las cosas tal y como estaban desde hace 23 años.
Frente a la no retroactividad de los bancos, los que argumentan que las cuestiones fiscales prescriben a los cuatro años. Es decir, que se puede reclamar un impuesto indebidamente pagado dentro de un periodo máximo de cuatro años. La pelota, en el Supremo. Por cierto, el presidente del Alto Tribunal, Carlos Lesmes, pidió perdón el jueves: “Disculpas a aquellos ciudadanos que se hayan sentido perjudicados en esta deficiente gestión”, señaló.
Y luego está la reputación de la banca, que no levanta cabeza desde el rescate. Tampoco es que antes tuviera muy buena prensa, pero al menos no estaba tan mal vista. Recuerden la anécdota de Francisco Franco cuando fueron a verle para cerrar la fusión del Hispano con el Central. Después de escuchar las maravillas de la operación, dijo a los presentes: “Ustedes lo que tienen que pensar es por qué tienen tan mala prensa”. Y se cargó la fusión.
Después del rescate, las preferentes, las cláusulas suelo, las hipotecas multidivisas, los swaps… la imagen del sector no ha mejorado. Queda mucho por hacer. Es algo “que tenemos que mejorar entre nosotros”, señaló Jaime Guardiola, CEO del Sabadell. De los tres bancos (Caixaban, Sabadell y Bankinter), ha sido la CEO de este último, María Dolores Dancausa, la más crítica con la situación. “Me parece que en algún momento alguien nos tiene que ayudar y proteger”, afirmó el jueves.
Bankia, BBVA y el Santander presentarán sus resultados el lunes, el martes y el miércoles, respectivamente.