La subgobernadora quiere colocar a Mercedes Olano al frente de la supervisión aunque no cuenta con el apoyo de los inspectores
Movimiento en la cúpula del Banco de España. Después de algo más de un mes desde su toma de posesión como subgobernadora (10 de septiembre), Margarita Delgado ha nombrado a Mercedes Olano directora general de supervisión, en sustitución de Julio Durán. El nombramiento aún no es oficial.
Hasta ahora, Mercedes Olano, natural de Bilbao, ha estado al frente del grupo IV de inspección, esto es, se ha encargado de la coordinación y supervisión de las inspecciones in situ, una labor burocrática que no gusta a los inspectores. Porque antes, el inspector era el rey y era soberano sobre su trabajo. Ahora, debe amoldarse a un protocolo marcado previamente.
El Banco de España ha pasado de cuatro a cinco grupos de inspección
De la misma manera, el Banco de España ha pasado de cuatro a cinco grupos de inspección, siguiendo el esquema del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) que están adoptando los distintos bancos centrales. Sí, la Ley de Parkinson está más vigente que nunca. Recuerden una de sus derivadas: la eficiencia de un organismo público es inversamente proporcional al número de funcionarios que tiene en nómina.
Como decíamos, el BdE ha añadido el grupo quinto, que viene a ser como asuntos internos, es decir, la inspección de los inspectores. El grupo uno se encarga de la inspección de los cuatro grandes bancos, el dos, a los bancos incluidos en el MUS, y el tercero, a todas las demás entidades.
Mercedes Olano no cuenta con el apoyo del Cuerpo
Volvamos a Olano. Dos asuntos que llaman la atención: resulta que es de la misma promoción de inspectores que Delgado aunque a ella le costó años ingresar en el Cuerpo a pesar de presentarse a la oposición como técnico del BdE. Cosas que pasan. La segunda cuestión, más importante que la primera, es que Olano no cuenta con el apoyo del Cuerpo, no por nada, sino por lo comentado anteriormente: Olano ha ascendido al calor de la politización -burocratización, si lo prefieren- de la inspección.
Todo esto ocurre mientras persiste el gran asunto de fondo: de qué se encarga Fráncfort y de qué se encarga Madrid.