Maxam, el gigante español de explosivos, ha cobrado gran protagonismo en las últimas casi 24 horas, al ser una de las empresas a las que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió abandonar Rusia en su intervención por videoconferencia en el Congreso de los Diputados. Y este puede ser el motivo de que su web corporativa no se pueda consultar... pero conviene recordar que Maxam está controlado por el fondo Rhône Capital y que José Manuel Vargas es quien lo dirige desde mayo de 2020.

Sí, Vargas es el presidente y CEO de Maxam desde entonces, gracias a que es socio director de Rhône Capital y esta firma gestora de capital privado creada en 1995 se hizo con el control del gigante español de explosivos. De hecho, Rhône Capital entró en Maxam en el verano de 2018 haciéndose con el 49%, en la primavera de 2020 logró el control y ahora tendría el 71% según el Sindicato Independiente Maxam. Además, es el primer accionista del fabricante de piscinas Fluidra y se ha aprovechado de su buen rumbo en bolsa para ir reduciendo su participación vendiendo acciones y logrando jugosas cifras (ahora tiene el 11,465% del capital).

Vargas no es alguien desconocido en el mundo empresarial español. Su gran ‘logro’ se dio en AENA: la dirigió entre enero de 2012 y octubre de 2017 y contribuyó a que el Estado malvendiera el 49% en la privatización

Vargas no es alguien desconocido en el mundo empresarial español. Su gran ‘logro’ se dio en AENA: la dirigió entre enero de 2012 y octubre de 2017 y contribuyó a que el Estado malvendiera el 49% en la privatización que incluyó una salida a bolsa en febrero de 2015. Tras esto, un mes después se convirtió en socio de Rhône Capital, de la que era asesor senior desde 2006, y tampoco hay que olvidar que antes de llegar a AENA, estuvo diez años en Vocento (donde llegó a ser CEO entre 2008 y 2011) y anteriormente trabajó en la famosa consultoría PriceWaterhouseCoopers (PwC)

Ante la petición de abandonar Rusia que hizo Zelenski, Maxam ha eludido hacer declaraciones al ser consultada por Europa Press. Y es que en Rusia entró en 2002 y ahora tiene nueve filiales... y se dedica a explosivos: provee de soluciones de voladura para minería, canteras y obra civil; cartuchos y pólvoras para su uso en caza y tiro deportivo; productos y sistemas para el sector de defensa y seguridad; y producción de materias primas clave en la actividad nitroquímica. Maxam adoptó dicho nombre en 2006, cuando dejó de llamarse Unión Española de Explosivos (UEE), que era la heredera de la antigua Sociedad Española de Dinamita fundada por Alfred Nobel, el famoso químico sueco que inventó la dinamita, en 1872. Actualmente tendría más de 6.000 empleados, 80 fábricas y operaciones comerciales en más de 50 países, logrando una facturación superior a los 1.000 millones de euros anuales.

Santiago Abascal, líder de Vox, ha alabado a Zelenski, pero también le ha criticado. Entre otros aspectos, porque “no podemos aceptar el señalamiento” de empresas, “y por lo tanto de los trabajadores españoles, que sufren las consecuencias de una guerra de la que no son culpables”. Recuerden que el presidente ucraniano no sólo pidió a Maxam que abandonara Rusia, sino también a Porcelanosa y a la Asociación Nacional de Bienes de Equipo (Sercobe). La primera ha respondido que suspendió el envío de sus productos a Rusia desde que se le excluyó parcialmente del sistema internacional de pagos Swift y la segunda ha desmentido rotundamente que esté haciendo negocio con empresas u organismos rusos desde que se han empezado a imponer sanciones al país de Vladimir Putin.