Asistimos a nuevas muestras de la desvergüenza alemana… y ya hemos perdido la cuenta de cuántas van. Ahora Siemens Gamesa vuelve a la carga contra España, pues estudia vender dos filiales (en concreto, Gearbox y Gamesa Electric), que tienen ocho plantas y emplean a 1.100 personas aquí, según han avanzado Efe y Bloomberg.

El fabricante de aerogeneradores, antes español (de hecho Iberdrola llegó a estar en su accionariado muchos años) y ahora alemán (el gigante industrial Siemens controla el 67% a través de su negocio energético -agrupado en Siemens Enegy-), acumula pérdidas y rebajas de previsiones. De hecho, en los nueve primeros meses (octubre a junio) de su ejercicio fiscal, triplicó sus números rojos alcanzando los 1.226 millones de euros, y el próximo 10 de noviembre dará a conocer las cifras del ejercicio completo que cerró el pasado septiembre. Con esas pérdidas anunció que acometería miles de despidos, que concretó el pasado hace casi un mes: serán 2.900 despidos, cerca del 10% de su plantilla mundial, de los que 475 tendrán lugar en España, donde en total emplea a unas 5.000 personas. Estos 475 despidos se centrarán, sobre todo, en sus centros de Zamudio, Pamplona y Madrid. 

Hace casi un mes, anunció 2.900 despidos, cerca del 10% de su plantilla mundial, de los que 475 tendrán lugar en España, donde en total emplea a unas 5.000 personas

Ahora Siemens Gamesa vuelve a la carga y estudia vender las plantas de dos filiales que son rentables, y aunque aún no hay decisión definitiva, la cosa no suena bien. Gearbox tiene cinco plantas en nuestro país (situadas en Asteasu, Burgos, Lerma, Mungia y Sigüeiro) y Gamesa Electric, tres (ubicadas en Madrid, Reinosa y Valencia), dando trabajo a 1.100 personas, de las más de 1.400 que emplea en todo el mundo. Gearbox cuenta también con una fábrica en China y Gamesa Electric otras en China, India y Brasil. El sindicato UGT ha rechazado la venta de unidades productivas y pide a la dirección de la compañía que convoque a los sindicatos para informarles de sus intenciones y les insta a negociar para garantizar la carga de trabajo y el empleo a través de un plan industrial, mientras CCOO exige negociar garantías de empleo y planes industriales ante la venta de la planta de Reinosa. Además, el Gobierno vasco (concretamente Arantxa Tapia, su consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente) ha solicitado a Siemens Gamesa que tenga en cuenta las ofertas que empresas vascas hagan por las dos plantas que tenía en el País Vasco (localizadas en Asteasu y Munguía). 

Siemens Gamesa está revisando continuamente sus activos y más con la crisis que arrastra (a la volatilidad del mercado se suman los retrasos en la cadena de suministro, problemas en el negocio de eólica terrestre). De hecho, ha lanzado el programa estratégico Mistral, que supone un nuevo modelo operativo y entrará en vigor el 1 de enero, “con una estructura simplificada y más ágil”, como destacó la propia compañía hace unos meses. Además, necesita renegociar contratos con sus clientes por el alza de los precios energéticos y de las materias primas, porque la expectativa para su año fiscal 2023 (el cual ha arrancado este mes de octubre) es que seguirán encareciéndose. Veremos en qué queda todo el tema, pero nuestro país sigue pagando el pato. Y no olviden que Siemens Energy ha lanzado una opa de exclusión sobre Siemens Gamesa para sacarla de bolsa, donde acumula una depreciación del 23% en el último año.