Siemens es el reflejo de una desvergüenza alemana al alza. Así se puede ver en que quiere resolver la crisis que atraviesa Siemens Gamesa con una opa de exclusión y un préstamo, el cual supondrá más deuda... ¡Ole!

El gigante industrial alemán ha logrado un préstamo de 4.000 millones de euros de las empresas de servicios financieros estadounidenses JP Morgan Chase y Bank of America, según Cinco Días. Un dinero que prevé refinanciar con recursos propios (en su mayoría mediante una ampliación de capital) y con un aumento de la deuda (mediante un préstamo puente que los bancos venderán entre inversores institucionales). 

Todo ello con el objetivo de que su filial energética (Siemens Energy), de la que posee el 35,1%, tenga éxito en su opa de exclusión sobre el fabricante de aerogeneradores que hace años era español y logre hacerse con el 100%. Actualmente, Siemens Energy controla el 67,071% de Siemens Gamesa y en el resto de accionariado no hay otro accionista privado relevante, aunque sí unos cuantos fondos de inversión, entre los que destacan: BlackRock, con un 3,739%; Norges Bank, con un 1,781%; y Magnetar Capital Partners, con un 1,27%.

Recuerden que a mediados de mayo, Siemens Energy confirmó que estudiaba lanzar una opa de exclusión sobre Siemens Gamesa y esta última se disparó en bolsa. Días después se llegó a barajar que podría plantearse un traslado de la sede a Alemania, un movimiento que llegaría tras otros dolorosos en España: no tuvo reparos en acometer cierres de fábricas y despidos ni en traicionar al ‘batzoki’ llevándose la sede ejecutiva a Madrid... Al final, se confirmó la oferta de Siemens Energy por el 33,929% del fabricante de aerogeneradores que no controla a 18,05 euros por acción y su CEO, Christian Bruch, habló de “optimización estructural”, pero con la previsión de mantener la sede en Zamudio (Vizcaya)… quizá tras haber recibido un toque del nacionalismo vasco. En el ‘Capital Markets Day’ de Siemens Energy, donde participó el CEO de Gamesa, Jochen Eickholdt, no se dieron muchos detalles sobre los ajustes, salvo que se reducirán los puestos directivos un 30% y no se prevén despidos, al mismo tiempo que se subrayó que el precio de la opa supera el promedio de la cotización de los últimos meses. Esto parecía todo un recado a los accionistas minoritarios, a los cuales hace tiempo que no se protege en el fabricante de aerogeneradores y antaño el presidente y CEO de Iberdrola, Ignacio S. Galán, presumía de ser su defensor…, aunque al final acabó vendiendo la participación del 8% que la eléctrica tenía hace dos años a 20 euros por acción.

Actualmente, la cotización de Siemens Gamesa está en torno a los 17,88 euros por acción, por debajo de lo que ofrece Siemens Energy en su opa de exclusión, así que es bastante probable que acaba teniendo éxito en su operación. Sin embargo, dicha opa y el mayor endeudamiento no son las mejores soluciones para arreglar la crisis del fabricante de aerogeneradores, que necesita vender más y más contratos. Una crisis que en gran parte se debe a la eólica terrestre y que les ha llevado a la venta de 3.900 megavatios (MW) de proyectos eólicos terrestres en desarrollo, que es su negocio principal, por 580 millones de euros a la compañía energética escocesa SSE. A la crisis del Covid, se han sumado problemas en la cadena de sumistros, la inflación (alza de los precios de materias primas, energía y transporte), así como retrasos en proyectos y que a los clientes les cuesta más decidir pedidos ante un escenario que ha sumado la guerra en Ucrania y ahora la subida de los tipos de interés y el riesgo de una recesión global.