Cepsa ha publicado este viernes sus resultados del primer semestre, un periodo donde nos vuelve a mencionar, como ya hizo a cierre del primer trimestre, que ha empeorado las principales magnitudes que componen su cuenta de resultados respecto al mismo semestre de 2022. Veamos qué ha ocurrido.

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Cepsa

 

El resultado neto, según la normativa internacional NIIF (también llamada IFRS), de la petrolera que es propiedad en un 61,5% del fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala- y en un 38,5% del fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group, a cierre del primer semestre, ha arrojado unas pérdidas muy cuantiosas, de -393 millones de euros. Esta cifra ha sido muy inferior al beneficio neto a IFRS del primer semestre de 2022, que alcanzó los 841 millones de euro, y así la comparativa interanual se traduce en un hundimiento del resultado del 147%. Resulta inquietante, cuanto menos, que el grupo presente en paralelo otro resultado neto denominado Clean CCS, el cual dice que excluye el efecto de extraordinarios e inventarios, pero que tampoco le salva de la quema, ya que en iguales términos comparativos, ha descendido en un 69%. Además, está obligado por normativa a presentar sus resultados de acuerdo con la normativa IFRS, por lo que no entendemos estas ganas de confundir al lector, con el fin de hacer parecer que el resultado en el período no ha sido tan malo.

El ebitda ajustado cae un 57%, a 742 millones, por los menores volúmenes del negocio de exploración y producción tras la venta de los activos en Abu Dabi y la disminución de los precios del crudo. Si bien es cierto que la reducción del ebitda es bastante inferior a la del resultado neto, si echamos la vista atrás, la situación vuelve a ser preocupante

El principal descenso del resultado se debe, según menciona Cepsa aunque nosotros desconfiamos, de nuevo, al impuesto extraordinario que grava a las empresas energéticas en España, otro gravamen más que se le ha ocurrido a nuestro “querido” Gobierno (ahora en funciones). En concreto, este impuesto le ha supuesto 164 millones a la petrolera. Y esto le debe haber afectado de manera importante porque el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado en igual comparativa ha caído un 57%, pasando de 1.742 millones a 742 millones, por los menores volúmenes del negocio de exploración y producción (llamado upstream en el argot del sector petrolero) tras la venta de los activos en Abu Dabi y la disminución de los precios del crudo (algo que también han notado otras colegas de sector, como Repsol, Equinor, Shell o TotalEnergies, entre ellas). Si bien es cierto que la reducción entre períodos del ebitda es bastante inferior a la observada en el resultado neto, si echamos la vista atrás, la situación vuelve a ser preocupante, como ya lo fue cuando se conocieron las cifras entre enero y marzo, ya que desde 2021 a 2022 la cifra siempre se apreció en los períodos intermedios.

“Nuestro primer semestre se ha visto afectado por un impuesto extraordinario mal diseñado que ha impactado significativamente en nuestros resultados y en la generación de caja, en un contexto en el que Cepsa está llevando a cabo una profunda transformación, pasando de ser una empresa tradicional de petróleo y gas a una compañía a la vanguardia de la transición energética europea”, ha resumido el CEO de la petrolera, Maarten Wetselaar

Comparativa resultados semestrales de Cepsa

Cepsa divide su negocio en cuatro unidades principales: (i) exploración y producción, (ii) energía,(iii) química y (iv) corporación. En el negocio exploración y producción, el ebitda ha caído un 55%, hasta 368 millones, debido principalmente a un descenso del precio del crudo en un 15%, lo que le ha generado una bajada en el importe de las ventas de un 45%. Respecto a la unidad de negocio de energía, el ebitda ha disminuido en un 57%, pasando de 763 millones a 326 millones, sobre todo por una disminución muy importante de los márgenes de producción. Respecto al ebitda de las otras dos unidades de negocio (química y corporación), ha caído un 43% y un 25%, respectivamente. Un desastre de período.

En el negocio de exploración y producción, el ebitda cae caído un 55%, a 368 millones, por un descenso del precio del crudo en un 15%, lo que le ha generado una bajada en el importe de las ventas de un 45%. Y en el negocio de energía, el ebitda cae un 57%, a 326 millones

Comparativa de los resultados del segundo trimestre de Cepsa en 2023
Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, no quiere perder presencia en Andalucía

 

Finalmente toca tratar de manera breve la capacidad de generar liquidez. La petrolera que dirige Maarten Wetselaar ha aumentado su liquidez -definida como caja y activos líquidos, más líneas de crédito comprometidas disponibles- a cierre del primer semestre respecto a la de hace un año. En concreto, la liquidez ha pasado de tener un indicador de 3,90 a uno de 4,06, por lo que ha crecido un 4%, siendo esto un indicativo de que dispone de más activos líquidos para hacer frente a sus pasivos. Que un grupo aumente o disminuya su liquidez entre períodos no quiere decir que sea bueno o malo por sí mismo, lo importante es el detalle de a qué se dedica esa caja generada. Como ya viene siendo costumbre, Cepsa no nos ha facilitado su estado de flujos de efectivo a cierre del primer semestre de este año y, por ello, no podemos analizar exhaustivamente el detalle de la composición de dicho estado financiero. Sería muy interesante obtener un estado de flujos de caja… a ver si para la próxima vez. Nosotros intuimos que la mayor liquidez de Cepsa se debe, dado el batacazo que se ha dado su ebitda y su resultado, a que ha pedido prestada financiación externa a largo plazo.

La liquidez ha pasado de tener un indicador de 3,90 a uno de 4,06, por lo que ha crecido un 4%, siendo esto un indicativo de que dispone de más activos líquidos para hacer frente a sus pasivos

Sin embargo, el grupo sí ha publicado su indicador deuda neta/ebitda, el cual nos indica cómo ha variado su ebitda de acuerdo con la deuda neta y es un fiel indicativo de la evolución del efectivo. Como era de suponer, más malas noticias: Cepsa ha aumentado su relación deuda neta/ebitda, debido principalmente a, como hemos visto, el descenso muy abultado del ebitda, a pesar de que la deuda neta ha descendido un 9%, a 2.522 millones. 

Conclusión: muy malos primeros seis meses del año para la petrolera, donde se ha visto como las principales magnitudes de su cuenta de resultados (resultado neto y ebitda) han sufrido un descenso muy importante. Como petición al grupo, por favor, publique un detalle de sus flujos de efectivo a ver de dónde ha salido el incremento de liquidez cuando ha obtenido cifras de resultado tan malas. Además, Cepsa presenta su resultado neto de forma formas diferentes, de acuerdo con la normativa IFRS, como debe, y de acuerdo a su propio entender de lo que debe ser un resultado neto excluyendo partidas extraordinarias, lo que nos hace sospechar de sus ganas de confundir al lector, más aún cuando no explica este concepto de manera detallada y cuando también muestra una evolución negativa.