Parece que el lujo ha olvidado ya la pandemia del coronavirus. Y es que Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) ha tenido un beneficio de 12.086 millones de euros en 2021, más del doble del obtenido hace un año y un 68% superior al de 2019, y una facturación de 64.215 millones (+44% y +20%, en las respectivas comparaciones con los dos años anteriores).

Para el gigante del lujo francés que dirige Bernard Arnault, 2021 ha sido “un año récord, en particular para las grandes marcas” (Louis Vuitton, Christian Dior, Fendi, Celine y Loewe). Y esto, así como el hecho de que haya anunciado el reparto de un dividendo de 10 euros por acción, ha gustado al mercado: la cotización sube más de un 2%.

LVMH ha duplicado su resultado operativo respecto al 2020 y ya supera en un 49% al registrado en 2019. Mientras su margen operativo ha subido ocho puntos, hasta el 26,7%, en un año.

De los 64.215 millones facturados en 2021, cifra que supera la presentada en los nueve primeros meses -44.177 millones-, casi la mitad procede del negocio de moda y productos de marroquinería, con 30.896 millones (+46%). Le sigue el comercio minorista selectivo, con 11.754 millones (+16%); joyería y relojería, con 8.964 millones (+167%); perfumería y cosmética, con 6.608 millones (+26%); vinos y licores, con 5.974 millones (+26%).

De cara a 2022, pese a las incertidumbres, LVMH lo aborda “con confianza” y tiene el objetivo de “reforzar todavía más su avance en el mercado mundial del lujo”. Así, no sólo engordarán las arcas del grupo, sino también las del multimillonario Arnault, que es su presidente, CEO y principal accionista.