En el VIII Foro de Energía organizado por El Economista, Josu Jon Imaz, se ha movido en una línea similar a la que mostró hace unos meses en la Junta de Accionistas de Repsol (donde refirió que “es ético producir el petróleo y el gas que el mundo necesita”). Y es que ha pedido “incentivar inversiones en petróleo y gas, sin perder de vista la descarbonización”, porque hay más demanda y elevados precios.

En este sentido, el CEO de Repsol ha destacado que cada vez más las administraciones y los bancos centrales están haciendo que no se financien inversiones en petróleo y gas, lo que ha llevado a aumentar sus costes y precios, justo cuando la demanda está aumentando. “Decir que hay que producir más gas suena a herejía (por supuesto ante toda la histeria verde y climática), pero las emisiones han vuelto a aumentar”, ha señalado Imaz. Es más, ha detallado que en 2001 el 65,3% de la demanda primaria de energía era petróleo y gas, y en 2021 había ascendido al 67,8%. También ha subrayado que “el consumidor está pagando cuatro veces en impuestos al coste del CO2 que está emitiendo”, mientras que “el automovilista español está pagando en impuestos 327 euros por cada tonelada de CO2 que emite a la atmósfera”.

Insiste en que la transición es “una jugada global”, donde debe haber “predectibilidad, reglas de juego claras para las inversiones, neutralidad tecnológica” y también se debe hacer “sin sesgos ideológicos, ni restricciones ni prohibiciones

Ante todo este escenario, Imaz ha puntualizado que “la energía no es clima, no es transición ecológica, es más cosas”, por ejemplo tiene que estar vinculada a la industria. Al hilo de esto, le gustaría que “en la próxima legislatura europea, y también en la de España, la energía tuviera el foco en la competitividad y en el precio, en hacer que la energía sea asequible para las familias y para las industrias y que haya políticas energéticas propias”. Asimismo, el CEO de Repsol ha insistido en que la transición es “una jugada global y deberíamos subir un poco la vista”, donde debe haber “predectibilidad, reglas de juego claras para las inversiones, neutralidad tecnológica (es decir, apostar por todas las tecnologías)” y también se debe hacer “sin sesgos ideológicos, ni restricciones ni prohibiciones”. En este proceso una de las piezas en España es la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), donde Imaz apuesta por “objetivos más inteligentes”.