Lo preocupante es la inflación
La tasa de Inflación interanual de la Eurozona alcanzó en julio el 8,9%. Mientras que en el conjunto de la UE fue del 9,8%, según ha confirmado la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
En ambos casos se trata de un récord histórico.
Recordemos que la meta de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (BCE) está fijada en el 2%. También hay que traer a colación que en julio de 2021, o sea, hace un año, la subida de los precios entre los Veintisiete fue del 2,5% interanual.
Por países, la inflación más alta se registró en Estonia (23,2%), Letonia (21,3%) y Lituania (20,9%), Mientras que la menor subida de precios la sufrieron en Francia y Malta (ambos 6,8%) y Finlandia (8%).
Además de los tres países bálticos, otros siete miembros de la eurozona registraron subidas de precios de doble dígito, incluyendo Eslovaquia (12,8%); Eslovenia (11,7%); Países Bajos (11,6%); Grecia (11,3%); Chipre (10,6%); y Bélgica (10,4%).
Entre el resto de países de la UE que no forman parte de la Zona Euro, las mayores subidas de precios en julio correspondieron a Chequia (17,3%), Bulgaria (14,9%), Hungría (14,7%), Polonia (14,2%), Rumanía (13%) y Croacia (12,7%).
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se situó en julio en el 10,7%.
Por comparar, en Reino Unido los precios subieron un 10,1% en ese mismo mes de julio. Sin embargo, en EEUU la Inflación se moderó al 8,5%.
Las causas de esta subida de los precios han sido, por ejemplo, el incremento del 11,1% del precio de los alimentos frescos. Y eso a pesar de que la subida interanual del precio de la energía se desaceleró al 39,6% desde el 42% de junio. Sin embargo, los servicios se encarecieron un 3,7% interanual en julio, tres décimas más que el mes anterior, mientras que los precios de los bienes industriales no energéticos subieron un 4,5%, frente al 4,3% del mes anterior.
No conviene olvidar que, debido a esta alza en los precios, el Banco Central Europeo (BCE) decidió en su última reunión, celebrada en julio, subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, en su primera subida del precio del dinero desde 2011, además de advertir de que acometerá más subidas en próximas reuniones para luchar contra la inflación.
Mientras, en EEUU, la FED -siempre por delante del BCE- debate sobre si debe ralentizar la subida de tipos para evitar una crisis económica mayor. La conclusión la veremos en septiembre, si vuelve a subir los tipos 75 puntos básicos, como ha hecho hasta ahora o si, por el contrario, decide subirlos solo 50 puntos básicos.