Inditex e IAG tienen una cosa en común, pese a dedicarse a sectores bien distintos (uno al textil y otro a los vuelos, como bien saben), y es que se han librado de Emilio Saracho. El famoso banquero que vendió el Banco Popular al Banco Santander por un euro (un chollo) fue consejero independiente de Inditex durante 13 años (se fue en julio de 2023) y la misma silla ha ocupado en el holding aéreo durante nueve años, pero no se ha presentado a la reelección en la última Junta de Accionistas celebrada el jueves 19.

Claro que no se preocupen, porque Saracho tiene una nueva tarea… en la que seguirá cobrando. Ha vuelto al banco estadounidense JP Morgan Chase, que es líder en banca de inversión. En concreto, ha sido designado como asesor sénior de dicho banco para la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA, por sus siglas en inglés). Además, también es senior advisor de la gestora de inversión Altamar Advisory Partners.

Cabe recordar que Saracho empezó su trayectoria profesional en 1980 en Chase Manhattan Bank, de ahí pasó en 1985 a dirigir la división de banca de inversión del Banco Santander y participó en el establecimiento y desarrollo del Banco Santander de Negocios, el primer banco mercantil local en España. Años más tarde, ascendió a jefe de la división para grandes corporaciones en Grupo Santander y fue nombrado director general adjunto. Y del banco controlado por la familia Botín saltó a Goldman Sachs en 1990, pero cinco años después volvió, para ser gerente general de Santander Investment y director general del área de banca de inversión en todo el mundo. En 1998 volvió a volar fuera del Santander... para ser presidente de JP Morgan en España y Portugal; entre 2006 y 2008 fue director ejecutivo de JP Morgan Private Bank para la región EMEA; de 2009 a 2012 fue codirector de banca corporativa y de inversión en JP Morgan para EMEA; entre 2012 y 2015 fue director ejecutivo adjunto de JP Morgan para EMEA y presidente del Comité de Gestión para EMEA; y de 2015 a 2016 ejerció como vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo de banca corporativa y de inversión de JP Morgan. Después dio otro salto y se convirtió en presidente de Banco Popular, el cual vendió por 1 euro al Banco Santander el 7 de junio de 2017. ¿Casualidad? Por supuesto que no, y muchísimo menos si se recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen. 

Volvamos a IAG, donde otros años en la Junta, había algún accionista que criticaba que Saracho fuera consejero. En especial, resultó bastante agitada la de 2019 (cuando aún estaban Willie Walsh y Antonio Vázquez en las sillas de CEO y presidente no ejecutivo, respectivamente), mientras en la de 2023 fue reelegido como consejero independiente por otros dos años, como el presidente del holding aéreo (dueño de las aerolíneas Iberia, British Airways, Aer Lingus, Vueling y Level), Javier Ferrán, y el CEO, Luis Gallego. En la Junta de este año, Saracho ya no optaba a la reelección y ha dejado de ser consejero, mientras Ferrán y Gallego han sido reelegidos por otros dos años. Este último no mencionó al banquero en su discurso, pero sí Ferrán: “En cuanto al gobierno corporativo, me gustaría mencionar que este año nos despedimos de dos miembros de nuestro Consejo: Peggy Bruzelius y Emilio Saracho. Quisiera agradecerles a ambos su extraordinario compromiso y contribución durante los años que han prestado sus servicios en el Consejo de IAG y en sus comisiones consultivas. Para cubrir estas vacantes, nos complace proponer el nombramiento de Simmone Menne y Paivi Rekonen”.

Todos los acuerdos propuestos fueron aprobados por los accionistas, entre los que destaca Qatar Airways (24,995%) y varios fondos (Capital Research, BlackRock y Europacific Growth, entre ellos). Entre los acuerdos, además de las reelecciones y los nombramientos de consejeros citados, se han aprobado los cambios en la remuneración de Gallego, pese a la injerencia del proxy advisor -es decir, asesor de voto para los inversores, sobre todo, los accionistas institucionales, o sea, los fondos de inversión- Institutional Shareholder Services (ISS), que recomendaba votar en contra del nuevo incentivo a largo plazo de Gallego. 

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Eso sí, el consejero delegado de IAG ha advertido que el crecimiento del grupo puede estar limitado por el retraso en la entrega de aviones, algo que está afectando a todas las aerolíneas. En su discurso, ha señalado que “los retrasos en la entrega de aviones, aunque no han afectado significativamente a IAG en 2024, siguen siendo una preocupación constante en lo que respecta a la limitación del crecimiento futuro”. Eso sí, esto no ha impedido que los accionistas aprobaran un ‘megapedido’ de 53 aviones (32 a Boeing y 21 a Airbus) por un importe de unos 18.000 millones de euros. El ingeniero aeronáutico madrileño ha apuntado que “los problemas de la cadena de suministro han tenido un impacto significativo, especialmente en lo que respecta a la flota de largo radio de British Airways. Estamos protegiendo, en la medida de lo posible, a nuestros clientes del impacto de estos problemas y nuestras aerolíneas están tomando medidas para garantizar la resiliencia del sistema”.

Y lógicamente, Gallego también se ha referido al contexto con el que lidia IAG. “Vivimos en un entorno de volatilidad macroeconómica y conflictos geopolíticos, así como una incertidumbre sobre los posibles aranceles. Actualmente, el Reino Unido y la Unión Europea no han impuesto aranceles a las importaciones de aeronaves, pero estamos siguiendo de cerca la evolución de este escenario. La situación del control del tráfico aéreo en Europa sigue siendo difícil, agravada por las disrupciones relacionadas con el clima y la congestión debida al cierre del espacio aéreo por conflictos bélicos”, ha explicado.