El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz; y el presidente de Faconauto (patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales), Gerardo Pérez, han defendido que no se prohíba ningún tipo de vehículo ni se penalice a los usuarios. Y esto no es baladí cuando hace unas semanas, la Eurocámara apoyó el veto a la venta de coches de combustión e híbridos a partir de 2035, pese a los problemas que hoy presentan los eléctricos. 

Así, lo mostraron en la inauguración del XXXII Congreso de Faconauto, cada uno a su manera. Imaz ha señalado que es un “grave error” dicha prohibición, porque aumenta la incertidumbre en el mercado, reduce el dinamismo del parque automovilístico español y acentúa su ya elevado envejecimiento. Asimismo, ha denunciado que Europa “está fracasando en las políticas energéticas” al no lograr garantizar el suministro ni favorecer la competitividad de los fabricantes europeos, y al mismo tiempo “hemos escondido las emisiones de dióxido de carbono debajo de la alfombra”, insistiendo en que se debe “descarbonizar con tecnología y no con ideología”, apostando por todas las tecnologías. Y en el caso del automóvil, ha defendido que el impulso a la sostenibilidad debe incluir también a los vehículos de combustibles: “Debemos ayudar a que se renueve el parque con vehículos de gasolina o diésel que emitan menos contaminantes, pues los eléctricos solo están al acceso de los más ricos”.

Imaz ha defendido que el impulso a la sostenibilidad debe incluir también a los vehículos de combustibles: “Debemos ayudar a que se renueve el parque con vehículos de gasolina o diésel que emitan menos contaminantes, pues los eléctricos solo están al acceso de los más ricos”

Por su parte, Feijóo ha señalado que apoyan “la transición energética, pero no estamos de acuerdo en cómo se está haciendo”, llegando a criticar que “hoy España está en máximo histórico de importaciones de gas de Rusia, en pleno conflicto, mientras le regalamos carros de combate a Ucrania”. El líder del PP destacó que el sector de la automoción “se encuentra en una gran transformación, por un lado, la descarbonización y, por el otro, la electrificación”, advirtiendo que España “apenas cuenta con 18.000 puntos de recarga y este año teníamos que haber llegado a 45.000”. A este respecto, ha apostado por mejorar el Plan Moves III, apoyar medidas fiscales para la compra de vehículos eléctricos, elaborar un programa implantación de infraestructuras de recarga e incentivar la renovación del parque móvil de más edad. “El modelo de transición ecológica y todas las transiciones han de ser progresivas, sin penalizar a los usuarios de los vehículos, sin romper las cadenas de distribución y sin destruir el empleo”, ha añadido.

Gerardo Pérez ha insistido en que estamos en “una transición que casi nadie entiende, porque Europa es el único mercado del mundo en el que se está eligiendo la prohibición y no la elección de los compradores para impulsar el vehículo eléctrico”. Y para esto último ha referido que el Plan Moves sea percibido como una ayuda directa a la compra, reduciendo el plazo de pago al comprador; y se apueste por un plan de descarbonización basado en la neutralidad tecnológica, al tiempo que se despeja el embrollo burocrático que supone instalar un punto de recarga y se articula una fiscalidad que haga más atractiva la movilidad electrificada para ciudadanos y empresas.

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos ascienden a 138.039 unidades entre enero y febrero, lo que supone un 32,1% más que hace un año, por la mejora en la cadena de suministro y en la producción. Sin embargo, la cifra aún es un 24% inferior a la preCovid

En la clausura de dicho Congreso, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha abierto la puerta a que los concesionarios puedan beneficiarse de las ayudas de la nueva convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado. Recuerden que lo más destacado de la primera convocatoria fue que el Gobierno cedió al chantaje de Volkswagen, que aceptó las ayudas, a cambio de más dinero. Y ojo, porque Sánchez y compañía se siguen rindiendo a las multinacionales extranjeras, impulsando el colonialismo económico, pero podrían tener sorpresas negativas: el grupo indio Tata Motors (dueño de la compañía británica Jaguar Land Rover) pide unos 567 millones de euros para instalar en Reino Unido una planta de baterías en lugar de hacerlo en Zaragoza, como intenta Maroto.

Y en este contexto se han conocido nuevos datos de matriculaciones de turismos y todoterrenos: se acumulan 138.039 unidades entre enero y febrero, lo que supone un 32,1% más que hace un año, por la mejora en la cadena de suministro y en la producción, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Sin embargo, la cifra aún es un 24% inferior a la registrada hace cuatro años en periodo preCovid. Por marcas, más buenas noticias para Seat que sigue avanzando posiciones y se coloca en la segunda posición del podio en pleno auge de las marcas asiáticas, por detrás de Toyota y por delante de Kia. Por su parte, las ventas de vehículos de cero y bajas emisiones (electrificados, híbridos y de gas) han aumentado un 43,3%, a 64.968, en los dos primeros meses del año.