El Gobierno Sánchez ha cedido al chantaje de Volkswagen, que ha terminado aceptando la ayuda del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado (también conocido como PERTE VEC). ¿A cambio de qué? Oficialmente no se sabe, pero ha sido de más dinero, por supuesto, a pesar de que tiene fondos para invertir sin apoyo de ayudas públicas como se ha podido ver en sus últimos resultados.

Hace unos días, Wayne Griffiths (en la imagen inferior junto a Sánchez), presidente de Seat, la filial española del grupo Volkswagen, refería que la cifra asignada en dicho PERTE (397,4 millones, frente a los casi 800 que esperaban) “no es suficiente” y “hay que buscar soluciones”, refiriendo que se estaba trabajando con las Administraciones para ello, porque “si España no se sube al tren de la electrificación, lo harán otros países y se perderá una oportunidad única”. Al hilo de esto el presidente de las marcas Seat y Cupra, y también de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) recordaba que nuestro país es el segundo productor automovilístico europeo y el noveno del mundo.

Griffiths destaca que “es un primer paso y, ahora, seguiremos buscando soluciones para desarrollar nuestro ambicioso plan de electrificación”. Eso sí, no se ha olvidado de dar las gracias “a todas las personas que han hecho posible el éxito de este plan, especialmente a la colaboración con las administraciones públicas”

Sánchez y Wayne Griffiths

Ahora, al aceptar la ayuda del PERTE, el proyecto ‘Future: Fast Forward’ está más cerca de ser una realidad. Un proyecto que forman 62 empresas, lideradas por Volkswagen, Seat y PowerCo, y que se encargará, principalmente, de construir una gigafactoría de baterías en Sagunto y también electrificará las plantas de Pamplona y Martorell, con una inversión de 10.000 millones. Sin embargo, conviene destacar que la gigafábrica de baterías de Sagunto se convertirá en el arquetipo de que los fondos europeos no van a servir para reindustrializar España, sino para elevar la colonización del sector automovilístico, ¿por qué nuestro país no ha decidido investigar e invertir en su propia estructura en dicho negocio en vez de dejarlo todo en manos de patente alemana?

Griffiths ha señalado que el plan “impulsará la transformación de nuestra industria y ayudará a crear miles de nuevos empleos y a mantener la competitividad del país” y que la aceptación del PERTE “es una muestra del firme compromiso con España y con Europa”. “Es un primer paso y, ahora, seguiremos buscando soluciones para desarrollar nuestro ambicioso plan de electrificación”, ha destacado. Eso sí, no se ha olvidado de dar las gracias “a todas las personas que han hecho posible el éxito de este plan, especialmente a la colaboración con las administraciones públicas”. Desde estas, el presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha hablado de “un día histórico” y de que es “la mejor noticia empresarial en medio siglo”. Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha referido que ayudará en la transformación de la industria automovilística y permitirá “hacer de la política industrial una política de Estado”, transformando el país en un 'hub' europeo de movilidad eléctrica.