Enel es la matriz de Endesa, al ser dueña del 70% de su capital, y por ende, todo lo que ocurre en la primera tiene su eco en la segunda. Ahora conviene fijarnos en su cúpula y la próxima ‘gran’ sucesión, pues Francesco Starace, su CEO, puede ser el primero que renueve por un cuarto mandato como primer ejecutivo en la Junta de Accionistas que previsiblemente se celebrará el próximo mayo. Y al hilo de esto, no hay que olvidar que en 2022 renovó como vicepresidente de Endesa y que respalda al CEO de esta última, José Bogas, que también fue reelegido el año pasado.

Starace es un directivo e ingeniero nuclear italiano, de 67 años y nacido en Roma, lleva al frente de Enel desde 2014, a la que se incorporó en el 2000. Una energética que está controlada en un 23% por el Estado italiano, que es el encargado de nombrar tanto al presidente no ejecutivo como al CEO, algo que nadie discute aunque entre el resto del accionariado haya varios fondos de inversión (por ejemplo, BlackRock). El próximo mayo, se cumplirá el tercer mandato y nunca hasta ahora en Enel ha habido un primer ejecutivo que haya estado más de tres mandatos, algo que podría cambiar, y eso que ha habido cambio de gobierno.

Enel está controlada en un 23% por el Estado italiano, que es el encargado de nombrar tanto al presidente no ejecutivo como al CEO, algo que nadie discute aunque entre el resto del accionariado haya varios fondos de inversión (por ejemplo, BlackRock)

Ahora el primer ministro es Giorgia Meloni, quien no parece tener nada en contra de Starace, pese a los rumores que han surgido, y que decidirá lo mejor para Italia, teniendo en cuenta que Starace tiene prestigio, que quiere seguir y que en plena crisis de energética, lo mejor es hacer caso a san Agustín, quien decía que en tiempos de tribulación, no hacer mudanza. Starace considera que las especulaciones sobre su futuro son tan sólo “ruido” y no ve contradicciones entre los planes del Gobierno Meloni y su estrategia, ha recogido Financial Times, destacando que al directivo señala: “Me gusta este trabajo. Creo que lo he hecho bien y que me lo han reconocido. Pero no soy una persona obsesionada con el poder”. En este “ruido”, ha contribuido Víctor Guido González Coello de Portugal, vicepresidente de Vox, quien está vendiendo la buena relación entre Meloni y Santiago Abascal, y que la primera le ha referido que va a cesar a Starace… algo que acabaría repercutiendo en Bogas.

El CEO de Enel, como saben, defiende la apuesta por las energías renovables y ha transformado la energética en uno de los mayores productores de este tipo de energías; asimismo, la compañía apoya los planes del Gobierno Meloni de diversificar sus fuentes de energía alejándose de Rusia (si el Ejecutivo de Mario Draghi logró más envío de gas argelino, el actual ha acordado un nuevo gasoducto desde Argelia y también explorará y producirá gas con Libia). Starace considera que “la seguridad energética es un aspecto muy importante de la soberanía de cualquier país”. De hecho, hace unos días, Enel ha inaugurado una nueva fábrica de paneles solares en Sicilia, financiada en parte con fondos europeos y que será la mayor de Europa, y también construirá una similar en EEUU,… con el fin de reducir la dependencia de China, que es el mayor fabricante de paneles solares del mundo.

Enel ha cerrado 2022 con una deuda financiera neta de 60.100 millones, un 16,2% superior a la del año anterior; el ebitda ha ascendido a 19.700 millones de euros, superando las previsiones; y las ventas se han disparado un 63,9%, a 140.500 millones, según los resultados preliminares

Dentro de su nuevo plan estratégico, Enel hará desinversiones de 21.000 millones, que incluyen la cartera de gas en España (1,8 millones de clientes), y la venta de las filiales en Argentina, Perú y Rumanía. Todo sea para reducir deuda financiera neta, que se disparó por las inversiones y también por los costes adicionales en los que incurrió para que la subida de precios no repercutiera en sus clientes, y ha cerrado 2022 en 60.100 millones, según los resultados preliminares publicados, teniendo una fuerte reducción respecto a la del tercer trimestre (periodo en el que le pasaron factura las medidas de los gobiernos de Italia, España y Rumanía), aunque siendo un 16,2% mayor a la de 2021 (51.700 millones). Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 19.700 millones de euros, superando las previsiones, y los ingresos se han disparado un 63,9%, a 140.500 millones, desde los 85.700 millones del año anterior. “Enel ha cumplido sus objetivos en 2022, que fue un año muy, muy difícil, lo que demuestra muy bien nuestra fortaleza”, ha destacado Starace. Aún habrá que esperar para conocer los resultados de Endesa y ojalá sean mejor a los de los nueve primeros meses, cuando se elevó el apalancamiento, a pesar de mayores ingresos y ebitda,... y sin perder de vista que el nuevo plan estratégico prevé menor beneficio.

Paralelamente, hay que referir que Bogas, un ingeniero industrial madrileño de 68 años que ejerce de CEO de Endesa desde octubre de 2014, compañía a la que se unió en 1982 como jefe de sección de estudios de mercado en el Departamento de Planificación, fue renovado en la Junta del año pasado y es un hombre de Starace. Ojalá este último renueve y haya, por primera vez, un cuarto mandato de un primer ejecutivo en Enel. Hay que tener en cuenta que el italiano, en una entrevista con El Economista, ha referido “tenemos que sentarnos Gobierno e industria y decidir sobre las nucleares”... y eso que la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, hace gala de cinismo y quiere dejar el tema en manos del próximo gobierno; pero él es ingeniero nuclear y considera que “son activos muy, muy importantes y en particular, en estos momentos, pueden ser una reserva de energía bastante importante”. Además, al igual que el presidente y CEO de Naturgy, Francisco Reynés, Starace ha advertido sobre el gas: “La situación con el gas es peor ahora. No está claro cómo vamos a gestionarlo”.