Tiempos difíciles para Florentino Pérez: el Madrid atraviesa una mala racha, sus conciertos siguen parados y del parking del Bernabéu mejor no hablar. ¿Solución? Ancelotti a la calle. Y es que Pérez siempre soluciona sus quebraderos así. Muestra de ello son los 14 entrenadores que acumula en sus 22 años al frente del equipo: en unas cuentas rápidas nos da como resultado que a Florentino le duran los entrenadores un año y medio aproximadamente, más o menos lo mismo que los delfines a cargo de sus empresas. 

Este papel lo ocupa en la actualidad Juan Santamaría, y parece que resiste. Aunque claro, si Hochtief ayer le daba una alegría, hoy Abertis y ACS le dejan sabor agridulce. 

Empecemos por el grupo ACS, que obtuvo un beneficio neto atribuible de 191 millones de euros en los tres primeros meses de 2025, lo que supone un incremento del 8% respecto al mismo periodo del año anterior, al mismo tiempo que su cartera de proyectos se disparó un 17% y se encamina a los 100.000 millones de euros. El beneficio neto ordinario, que excluye los impactos positivos que la compañía registró en el primer trimestre de 2024 para una mejor comparativa, representa una mejora del 17%. Los ingresos marchan, creciendo un 35% hasta los 11.790 millones de euros, en línea con el resultado bruto de explotación (Ebitda) que ascendió hasta los 699 millones de euros, un 52% más. 

Santamaría ha sido clave en la expansión de ACS por Estados Unidos, de donde provienen el 62% de los ingresos. Ejemplo de ello es Turner que destaca por su gran contribución al beneficio, con un total de 100 millones de euros, un 72% más, seguida de su filial australiana, Cimic, y de su área de ingeniería y construcción (principalmente Hochtief y Dragados), con otro aporte de 50 millones de euros.

Pero el pinchazo lo vemos en la división de infraestructuras, integrada por las concesionarias Iridium y Abertis. La primera sumó 6 millones al beneficio del grupo, un 3% más, pero la segunda limitó su aportación a 36 millones, un 27% menos, debido al impacto del nuevo impuesto a las autopistas en Francia y a unos mayores gastos financieros.

La concesionaria de autopistas es propiedad en un 50% menos una acción de ACS (un 30% de forma directa y un 20% a través de su filial alemana Hochtief), en un 50% más una acción de Mundys (antes de nombre Atlantia, controlada por la familia Benetton) y el fondo Blackstone. Su presidente es Juan Santamaría y el CEO, Francisco José Aljaro.

Abertis obtuvo un beneficio neto operativo de 165 millones de euros en los tres primeros meses de 2025, un 16% menos que en el mismo periodo del año anterior, debido al impacto del nuevo impuesto a las autopistas en Francia y a unos mayores gastos financieros. Y es que el Gobierno de Macron aprobó el pasado año un nuevo impuesto que grava con un 4,6% los ingresos de las autopistas a partir de una facturación de 120 millones y una rentabilidad del 10%, con el objetivo de destinar esta contribución a la transición ecológica.

Aunque es cierto que Abertis también ha visto bajar sus ingresos, un 5%, hasta los 1.416 millones de euros. Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) también creció un 7% en términos comprables, hasta los 983 millones de euros, si bien descendió un 7% sin tener en cuenta los mismos activos de un año a otro.

Y ojo, volviendo a ACS, Florentino vuelve a jugar con la deuda: el Grupo cerró el primer trimestre del año con una deuda neta de 2.847 millones de euros, lo que supone un aumento de 1.200 millones desde marzo 2024 o del 73%, debido a la consolidación de la deuda neta de Thiess, la minera que se encuentra bajo el perímetro de la australiana Cimic.

Buenos y malos resultados, como en el terreno de juego: se cambiará al entrenador, quizás al delfín, pero nunca al capitán: Florentino no dimite, ni de sus empresas, ni del Real Madrid.