El grupo siderúrgico indio ArcelorMittal ganó 919 millones de dólares (852,17 millones de euros) en el año 2023, un 90,12% menos que el año anterior, ha informado este jueves el principal productor de acero del mundo

Cae el beneficio y de igual manera lo hacen las ventas: ArcelorMittal facturó 68.275 millones de dólares (63.308,44 millones de euros), un 14,5% menos, lo que hizo que su resultado bruto de explotación (Ebitda) bajara a un 46,6%, hasta 7.558 millones de dólares (7.008,8 millones de euros).

Por lo que los Mittal tienen la excusa perfecta para extender el síndrome de Nowa Huta. Recuerden que al presidente ejecutivo del gigante siderúrgico mundial, Lakshmi N. Mittal, se le puede conocer por ser un gran despedidor, pues en la citada ciudad polaca que se levantó junto a Cracovia (siguiendo el modelo soviético y siendo un reconocido experimento de ingeniería socialista) compró la acerera cuando cayó el comunismo y redujo la plantilla de 40.000 trabajadores a 10.000.

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Y es que a los Mittal hay que pararles los pies. La compañía anunció hace unos meses que despedirá a 3.500 empleados en Sudáfrica, país en el que quiere continuar con la estela marcada en España, donde llevan arrastrando un ERTE desde hace dos años, en el que quieren incluir a más de 8.000 trabajadores. 

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¿Y quién es la única que les ha plantado cara ante los continuos despidos? Meloni, en Italia se ha optado por una nacionalización temporal de su principal siderúrgica para no precarizar más ni su actividad ni su empleo.

En concreto, el Gobierno italiano nacionalizará de forma temporal Acciaierie d’Italia, de la que hasta ahora controlaba un 38%, mientras el 62% estaba en manos de la familia india. Meloni buscará nuevos socios para Acciaierie d’Italia. Todo ello con la vista puesta en mantener no sólo la actividad de dicha planta (que está en bajos niveles al producir menos de 4 millones de toneladas de acero al año frente a los casi diez de los que es capaz) sino también sus 10.000 empleos. 

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Porque recordemos que en España, Sánchez se citó en Davos con el presidente de AcelorMittal Lakshmi N. Mittal, ojo, no para abroncarle su actitud y actuación en el país, sino para darle 450 millones de euros en ayudas públicas para descarbonizar sus plantas en Asturias. ¿Y cómo respondió la acerera? Con los citados despidos e impulsando en Francia la misma planta que tenía para Asturias... por el precio de la luz y las nuevas ayudas públicas galas.

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Como apuntamos desde Hispanidad, la deslocalización silenciosa podría ser el objetivo que está detrás de las últimas decisiones tomadas o pendientes de ejecutar por parte de ArcelorMittal. 

Es decir, la acerera deja de invertir en determinadas plantas de determinados países… de Europa concretamente, para hacerlo en otros lugares como la IndiaEstados Unidos o Canadá, países cuyas legislaciones son más laxas y que tiene ayudas econóomicas más suculentas. 

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