ArcelorMittal se ríe, una vez más, de España. Ahora impulsa en Francia la misma planta que tenía para Asturias dentro de su proyecto de descarbonización... por el precio de la luz y más ayudas al hacerse con un compromiso de suministro energético de la eléctrica estatal gala EDF, según informa La Nueva España. Además, dicha energía se la proporcionará la central nuclear de Gravelines, como resalta Alfredo García (más conocido como Operador Nuclear en X, que es ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó, tiene licencia de operador de reactor y supervisor, y también es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual, divulgador científico y escritor). Sin embargo, ya saben que en España Teresa Ribera no sólo quiere clausurar la energía nuclear, sino asfixiarla aún más a impuestos, obstaculizando que sea una energía aún más barata. La vicepresidenta ecológica nos lleva a la ruina porque está contra la nuclear, el gas, el biometano, el petróleo...; y sólo le gustan las placas solares, los aerogeneradores y el hidrógeno verde, pero con eso no basta para tener energía y seguridad de suministro.

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Parece que Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, tenía algo de razón cuando hace casi un mes, en el Congreso de los Diputados, apuntó que el precio de la luz en España es un 15% más caro que la media de los países de la UE. Algo que fue desmentido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el verificador Newtral, por supuesto.

Ahora el gigante siderúrgico mundial que controla la familia india Mittal está impulsando en Francia una planta de DRI (reducción directa del mineral de hierro), algo que también iba a hacer en su fábrica de Gijón (Asturias, España) basándose en hidrógeno verde, pero que por el momento tiene congelado el proyecto. La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico de Asturias, Nieves Roqueñí, ha subrayado que en dicha región “tenemos todas las autorizaciones ambientales aprobadas para que ArcelorMittal pueda iniciar sus inversiones de descarbonización”. Es decir, que el gigante siderúrgico no se puede amparar en la larga y lenta burocracia del tema de permisos, aunque al mismo tiempo está apostando por invertir más en plantas de otros lugares (India, EEUU o Canadá) más que en Europa.

Recuerden que en el Foro de Davos de 2023, Sánchez se reunió con el presidente de ArcelorMittal, Lakshmi N. Mittal,... y le sacó 450 millones de euros en ayudas públicas que pagaremos todos los europeos. Dichas ayudas se le otorgaron a principios del pasado abril para la ejecución de su proyecto de hidrógeno circular en Asturias, enmarcado en el PERTE de Descarbonización, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Eso sí, no hay que olvidar que pese a esta ayuda, el gigante siderúrgico no tuvo ningún reparo en anunciar un ERTE para más de 8.000 empleados en nuestro país, el cual finalizaba el pasado 31 de diciembre y que ha extendido de forma unilateral para todo este año, tras encontrar la excusa perfecta: su filial entró en pérdidas por mayores costes. Así ha podido extender el síndrome de Nowa Huta (en esta ciudad polaca que se levantó junto a Cracovia, siguiendo el modelo soviético y siendo un reconocido experimento de la ingeniería socialista, compró la acerera cuando cayó el comunismo y redujo la plantilla de 40.000 trabajadores a 10.000)...  y ojalá no se acabe produciendo aquí lo mismo que en Sudáfrica, donde el gran despedidor Mittal echa a 3.500 empleados