Miguel Barroso ha aprovechado la defenestración de Iván Redondo para convertirse en el plenipotenciario ministro de Propaganda de Pedro Sánchez
A Miguel Barroso le llaman "el cubanino": en el PSOE, no sus adversarios. El que fuera secretario de Estado de Comunicación con Zapatero -quien se lo quitó de en medio enseguida- es calificado así porque hizo su fortuna en Cuba, ya separado de la fallecida ministra de Defensa, Carme chacón.
También porque es un rojazo de mucho cuidado, de porte leninista y modales estalinistas. Como buen comunista progre se convirtió en el hombre de confianza en España de Sir Martin Sorrell, aquel masoncete de WPP al que tuvieron que echar de la multinacional de la publicidad y del pensamiento único por meter la mano en la caja: no hacía bonito. Pero sir Martin Sorrell aún mantiene una influencia en el Nuevo Orden mundial (NOM).
Próximo objetivo de los Migueles: el control de RTVE y presionar a Antena 3 TV. No les basta con La Sexta
Digo que vive y reina, Miguel Barroso, quien ha aprovechado la defenestración de Iván Redondo para convertirse en el plenipotenciario ministro de Propaganda de Pedro Sánchez. Él marca las normas y su inseparable José Miguel Contreras es el Rasputín que influye en las leyes.
No lograron hacerse con el control de la plataforma Movistar TV pero sí es Barroso quien lidera El País y la Ser en nombre de Telefónica, a pesar de no ser dominical. y quien ha sucedido a Redondo también como coordinador de la 'smart people' de personajes como Rosauro Varo y Javier Hidalgo. Pero, sobre todo, como guardián de las esencias de una Prisa cada día más vendida al sanchismo y más degradada.
El proyecto de ley audiovisual decreta multas de hasta 25 millones de euros para los que sean críticos con Moncloa
Al tiempo, desde El País y la Ser, Barroso echa cieno sobre José Manuel Pérez Tornero, a fin de controlar el ente público, hoy corporación.
Pero la influencia de los migueles va más allá. Ejemplo, el proyecto de ley Audiovisual es obra de su amigo, Miguel Contreras y se convierte en la pieza maestra de la censura sanchista. Van a por Antena 3 TV -no por La Sexta, más sanchista que Sánchez- y para eso proponen en el proyecto de ley que Contreras le dio hecho a Nadia Calviño, multas de hasta 25 millones de euros por cualquier fruslería. Van a por Atresmedia que Mediaset ya es suya y no pretenden recaudar sino amenazar. Ya sabes: como te pongas muy díscolo te juegas el beneficio de este año. Barroso y Contreras en estado puro.
Y luego, encima, la trampa: en el proyecto de ley audiovisual se modifica el sentido de los productores independientes. Ahora las teles tendrán que ceder, no un 2% de sus ingresos sino un 3,5% para hacer cine y series... que ejecutarán los productores, como un tal Contreras, y que harán perder dinero a las teles.
Aquí tampoco Tele 5 está de acuerdo, pero lo más importante es que las multas se utilizarán como palo y zanahora para lograr televisiones adictas. Pero hombre, Barroso, si ya son bastante adictas al Sanchismo.
A afectos mediáticos, Nadia Calviño se ha convertido en una marioneta de los migueles
Barroso y Sánchez se parecen en algo: pocos les aprecian pero muchos los temen.
En cualquier caso, 'el cubanino' está más fuerte que nunca.