Aston Martin no corre en Fórmula 1 este fin de semana, pues el Gran Premio de Ímola (Italia) se ha suspendido por las inundaciones provocadas por el ciclón Minerva en la región de Emilia Romaña, así que habrá que esperar un poco más para ver un nuevo podio del piloto asturiano Fernando Alonso (lleva cuatro esta temporada) y la victoria número 33 de su carrera. Sin embargo, donde sí ha corrido Aston Martin en los últimos días ha sido en bolsa, pues los inversores han aplaudido que crezca la liquidez y la presencia del grupo chino Geely.

La cotización del fabricante británico de automóviles de lujo y de alto rendimiento subió un 12,46% hace dos días, cuando se conoció que Geely invertía unos 270 millones de euros. De esta forma, ha dejado la liquidez de Aston Martin por encima de los 109 millones para asumir dudas, pero el grupo chino no lo ha hecho a cambio de nada, lógicamente: ha elevado su participación en el capital desde el 7,6% que adquirió a finales de 2022 al 17% a través de la compra de 42 millones de acciones de Yew Tree Consortium (grupo liderado por el magnate canadiense Lawrence Stroll, que a su vez es el presidente ejecutivo de Aston Martin) y de otros 28 millones de nuevas acciones, y se ha acordado un límite para la compra de nuevas acciones al 22%, al menos hasta agosto de 2024. Acuerdo que el pasado viernes 19, la bolsa seguía aplaudiendo, pues la cotización subió un 2,85%, acumulando un ascenso superior al 15% en sólo dos días, hasta 267,4 libras esterlinas (unos 307,95 euros), y acercándose al máximo de 276,1 libras esterlinas (unos 317,07 euros) que alcanzó el pasado 6 de marzo, tras el buen comienzo del campeonato de Fórmula 1 y el primer podio de Fernando Alonso, cuando se revalorizó casi un 25%. 

La cotización de Aston Martin acumula una subida superior al 15% en sólo dos días, acercándose al máximo que alcanzó el pasado 6 de marzo, tras el buen comienzo del campeonato de Fórmula 1 y el primer podio de Fernando Alonso

El fabricante británico de automóviles de lujo y de alto rendimiento ha pasado por muchas manos en sus 110 años de historia, desde que fue fundado por Robert Bambord y Lionel Martin, debido a la necesidad de apoyo financiero y de varias quiebras. Entre esas manos ha habido nobles, empresarios, inversores y hasta grupos automovilísticos (por ejemplo, Ford), llegando a lograr la independencia en 2018. Dos años después, entró Lawrence Stroll; en julio de 2022, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí compró el 16,7% y aportó una inyección de capital de 647 millones de euros; y unos meses después se incorporó Geely, haciéndose con un 7,6%, participación que ha incrementado recientemente. Además, ha aumentado la liquidez de Aston Martin, algo que vendrá bien teniendo en cuenta sus resultados de 2022: pérdidas de 606,92 millones de euros, un 178% superiores a las del año anterior y a las registradas en el primer semestre; y el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado fue más negativo, pasando de -85,22 millones a -135,90 millones; pese al crecimiento de los ingresos del 26%, a 1.590,44 millones. 

El nuevo paso de los chinos no es baladí, y menos en un sector como el automovilístico donde tiene otras muchas participaciones. Desde 2010 es el primer accionista del fabricante de coches sueco Volvo Cars, tras comprárselo a Ford, y también pasó a controlar AB Volvo (actual Volvo Group) que se dedica a fabricar camiones, autobuses y maquinaria. Desde 2017, Geely se hizo con el control de Lotus, un fabricante inglés de automóviles deportivos que creó en 1948 Anthony Colin Bruce Chapman y que ha pasado por las manos de General Motors, el grupo ACBN (el cual controla el empresario italiano Romano Artioli y que fue dueño de Bugatti hasta que esta marca francesa fue adquirida por Volkswagen en 1998 y después pasó a manos de una sociedad conjunta de Porsche y la marca croata Rimac en 2021) y la automotriz estatal malasia Perusahaan Otomobil Nasional Bhd (Proton), antes de la llegada de los chinos. Geely entró a principios de 2019 en el grupo automovilístico alemán Daimler haciéndose con casi el 10% del capital. Este grupo se llamaba Daimler hasta noviembre de 2019, cuando se segregó en dos compañías -una de coches y furgonetas (Mercedes-Benz) y otra de camiones y autobuses (Daimler Truck). Y fruto de esta participación de casi el 10% en dicho grupo alemán, a principios de 2019, Geely se convirtió en dueña del 50% de la marca Smart, que tiene su origen en la sociedad conjunta creada por el grupo relojero suizo Swatch y Mercedes-Benz en 1994. Además, Geely también es dueño del fabricante de coches eléctricos premium Polestar, fundado en 1996 y que pertenece a Volvo; y de la marca de automóviles china Zeekr, fundada en 2021 y que también está especializada en coches eléctricos. 

A la vista de Aston Martin se refuerza una curiosa alianza en un grupo automovilístico entre un canadiense, saudíes y chinos. Recuerden que otra curiosa alianza se da en Renault, que tiene entre sus principales accionistas a franceses y japoneses, se ha hecho con el apoyo de los chinos de Geely para su nueva división de combustión, denominada Horse (la cual incluye sus cuatro plantas españolas) y podría sumar a los árabes: hace unos meses logró que petrolera saudí Aramco firmara una carta de intención para ser accionista minoritario de Horse.