Ha sido el discurso más duro de José María Álvarez-Pallete en una convención de directivos. Ese es el sentir general de los casi 1.000 empleados de Telefónica que han participado este jueves en la convención de la compañía que se celebra en la Caja Mágica, en Madrid, y que finaliza el viernes.

Habrá un antes y un después de este evento, que marca el futuro de la compañía para los próximos tres años. El presidente de la compañía ha sido muy directo, con un lenguaje sencillo y sin anglicismos. Había que asegurar que el mensaje principal calara en la audiencia. ¿Y cuál es ese mensaje? Que en aquellos mercados o áreas donde no se cumplan los objetivos habrá renovación de directivos y/o liquidación del negocio.

Si no cumplo, o me echa, o liquida los activos, o, si es pertinente, las dos cosas

¿Estamos “en los mejores mercados”? ¿Hay “un crecimiento rentable” en cada uno de ellos?, les ha trasladado Pallete, al tiempo que les ha exigido “un mayor crecimiento”, incluso, en áreas innovadoras.

En otras palabras, les ha puesto las pilas y les ha dado un plazo temporal de tres años, que es la vigencia del nuevo plan 2019-2021. ¿Cuáles son esos objetivos concretos? Cada directivo conoce los suyos sin necesidad de que Pallete los exponga en público. De ahí, el sentir de los presentes: si no cumplo, o me echa, o liquida los activos, o, si es pertinente, las dos cosas. Podría suceder, por ejemplo, con una filial que no llegara a la rentabilidad prevista.