Nuevo capítulo en la pugna entre Renfe y Adif por los cánones que el primero paga al segundo por el uso de vías, estaciones y otras instalaciones ferroviarias. El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha puesto un ejemplo claro: “si fueran como los italianos, el billete del AVE Madrid-Barcelona podría bajar 30 euros” (ahora el de ida y vuelta cuesta entre 78 y 145 euros).

Así, lo ha señalado en una jornada sobre la liberalización ferroviaria organizada por Cinco Días, aunque ha subrayado “no me estoy quejando”. Algo que no queda del todo claro… Táboas espera que en la liberalización del transporte de viajeros, que empieza por el AVE, no pase lo que en la de mercancías (donde Renfe ha perdido un 33% de cuota y ha bajado el mercado), sino que se parezca más a lo ocurrido en Italia, donde “el mercado ha crecido considerablemente y los cánones han bajado”. Y es que estos son la espada de Damocles del operador, pues en 2018, se dispararon un 33%, hasta los 1.228 millones de euros, y desde 2016 superan la subvención del Estado por los trenes de servicio público, incrementando la partida de gastos. Por cierto, José Bernárdez, director de Transporte de la CNMC, ha mencionado que se necesita un rediseño de los cánones.

Renfe quiere ser un operador integral de movilidad y para ello necesita alianzas, más inversión en I+D+i y en formación tecnológica 

Claro que Táboas también se ha puesto algo caradura: aspira a que las ventas digitales aumenten, pasando de representar el 45% actual al 90%. Eso sí, gracias a una “web eficiente y fácil de utilizar”, vamos, como la que hay ahora… Y es que Renfe aspira a ser un operador integral de movilidad, pues no le preocupa la competencia sobre raíles, sino la de aparición de un competidor que pueda convertirse en un Booking del transporte y nos convierta en una utilitie. Para ello, necesita alianzas con otros medios de transporte y realizar un gran esfuerzo en digitalización e I+D+i: hoy gasta el 1% del presupuesto en esto último, pero “hay que multiplicarlo al menos por tres”. Y unido a esto, debe aumentar la inversión en formación: ahora es de 470.000 horas al año, de la que el 83% está dedicada a seguridad, pero ahora debe multiplicarse por cinco el presupuesto e incrementarse la formación tecnológica.

El operador sueña a lo grande: pese a la liberalización, espera crecer un 33% y que el 10% de los ingresos venga de la internacionalización y un 20% del 'low cost' 

Táboas ha señalado que el año tiene 8.500 horas y que los trenes que más circulan ahora no llegan a las 2.500 horas… de ahí, el deseo en ganar en eficiencia para poder competir en precios. Y pese a la liberalización, espera que Renfe haya crecido un 33% en 2028 y que el 10% de los ingresos venga de la internacionalización y un 20% del low cost. Este segmento empezará a funcionar en la Semana Santa de 2020 con "un tren más eficiente, con más plazas y más rotación de material, pero con un coste de maquinista, energía y canon similar". 

Y ojo, hablando de las empresas públicas del sector ferroviario, no podemos olvidar que el ministro de Fomento (ahora en funciones), José Luis Ábalos, no ha conseguido cargarse a los presidentes de Renfe y Adif, Isaías Táboas e Isabel Pardo de Vera