• Un golpe de Estado progresista, estilo Nuevo Orden, es decir, saboteando al vencedor.
  • De entrada: miles de personas rodean la Torre Trump y la Casa Blanca: ¿ha quedado claro?
  • Manifestaciones contra el ganador en unas elecciones: lo nunca visto en USA… y en todo Occidente.
  • Y los medios de comunicación europeos jalean tan antidemocrática actitud.
  • El Nuevo Orden Mundial ya tiene preparado a la sustituta de Hillary: es Michelle Obama.
  • En resumen; ahora sí, la democracia está en peligro en Estados Unidos… por mor de los seguidores de Hillary Clinton.
  • Mientras, la prensa hace el ridículo. Especialmente la europea.
  • El desprestigio de los medios tradicionales aumenta: los blogueros toman la palabra.
El último aguijón de Hillary: "Todavía creo en América". Lo cogen, ¿verdad? Es patriotismo condicionado, como el de Michelle Obama, que se coloca como sucesora de Hillary. Y, de paso, alusión al techo de cristal. En definitiva, el NOM (Nuevo Orden Mundial) -algunos pretenden traducir la M por masónico en vez de mundial- tenía una candidata llamada Hillary Clinton. Con ella se volcó y puso a su servicio todos los medios posibles, pero un millonario un poco patán le ganó la partida. Por tanto, que la mujer de Bill Clinton pierda toda esperanza. Pero la masonería, tan presente en Estados Unidos, ya está buscando un sustituto, que bien podría ser Michelle Obama. Eso va de repúblicas dinásticas y, sobre todo, de ingeniería social. Vamos con los hechos. Lo nunca visto en Estados Unidos: manifestaciones después de las elecciones, no antes, y negando los resultados. Por decirlo de otra manera: el pueblo se ha equivocado. Y si fuera posible, podemos llegar incluso a subvertir las urnas. Naturalmente, todo esto no sería posible sin el apoyo de unos medios informativos que se guían por lo políticamente correcto, sobre todo en Europa. Dicho de otro modo: no necesitan que nadie les dé consignas para caminar hacia el consenso buscado. Y si las urnas no coinciden con el consenso, peor para las urnas. En otras palabras, el Nuevo Orden Mundial se dispone a sabotear al nuevo presidente. Y empleará para ello todas las armas posibles. En este periodo de interregno, hasta la toma de posesión de Donald Trump, se trata de forzar un golpe de Estado civil, y si no se consiguen los resultados apetecidos habría que ir hacia un watergate para sacar de la Casa Blanca a un presidente ya instalado. En paralelo, un fenómeno no menos importante: hay que citar el desprestigio total de los medios tradicionales -prensa, radio y televisión- empeñados en cambiar la realidad cuando no coincide con sus intereses. Ahora mismo, el prestigio de esos medios informativos tradicionales está más o menos a la altura de los blogueros. Eulogio López eulogio@hispanidad.com