Acciona es una de las protagonistas de la jornada bursátil de este martes, al ser el valor que se ha anotado la mayor caída del Ibex (-5%). Y es el mercado cree que José Manuel Entrecanales ha estirado más el brazo que la manga en Nordex: no se fía de su capacidad para controlar el fabricante de turbinas eólicas.

Esa es la razón de que haya castigado a la compañía española con una bajada del 5%. Y es que ha suscrito íntegramente la ampliación de capital del 10% que ha realizado Nordex por 99 millones de euros. Este movimiento no es baladí, pues ha provocado que Acciona elevara su participación del 29,9% al 36,27%, y por tanto, al superar el umbral del 30%, se ha visto obligada a lanzar una OPA sobre Nordex (o sea, por el 63,7% del capital restante) “al precio regulado que marca la normativa alemana -10,32 euros, dato pendiente de confirmación oficial-, equivalente al promedio de cotización de los últimos tres meses”, según anuncia en un comunicado.

La relación entre los Entrecanales y Nordex se remonta a 2015: la firma alemana se quedó con la filial de renovables de Acciona y el mando, y la española con el 29,9% del capital de Nordex y la gestión

El valor de la oferta se estima en unos 637 millones, que se suman a los 99 millones de la ampliación: por tanto, los movimientos anunciados este martes le saldrán por 736 millones. Algo que al mercado no le ha gustado y más teniendo en cuenta la situación de Acciona, que en el primer semestre registró una caída del 16% en el beneficio.

Recuerden que la relación entre la compañía de los Entrecanales y Nordex se remonta al pacto alcanzado en 2015. La empresa alemana se quedó con la totalidad de la filial de renovables de Acciona (Acciona Windpower) a cambio de 785 millones de euros: un 16,6% del capital de Nordex y 366 millones de euros en efectivo. Junto con esta operación, Acciona pactó la compra de un 13,3% en la empresa al entonces primer accionista de la firma, la familia Quandt, una de las mayores fortunas familiares del país y ligada a la transformación de BMW en un gigante automotriz, que seguiría al mando. Así, la española se quedó con el 29,9% del capital y asumiendo la responsabilidad de la gestión.