Moncloa presenta al actor Richard Gere como “actor y activista”. Hasta hace poco era “actor y budista” pero hay que reconocer que la cosa religiosa, aunque sea tibetana, no mola en la actual Presidencia del Gobierno. Y hasta es posible que Pedro Sánchez sueñe como llegar a Hollywood, pero, por de pronto, se conforma con recibir a Richard Gere para solucionarle la vida a los pobres: se trata de dos guapos comprometidos.

La puesta en escena de ayer, el Sánchez-Gere, superó todas las fronteras del ridículo, con el anuncio oficial, muy digno, de que la aporofobia (no confundir con la homofobia, se trata del odio al pobre) va a ser incluida, suponemos que como delito grave, en el Código Penal español. Ya saben ustedes que la progresía pretende que el Código Penal sea tan voluminoso como el Aranzadi, todo entero.

De majadería en majadería: ahora, el Gobierno socialista exige la solidaridad forzosa o filantropía… con el dinero de los demás

Para entendernos: hasta ahora sabíamos que la gente rica era egoísta con el pobre. Ahora sabemos que, además, le odia. ¿Por qué odia la pobre? No lo sabemos. El progre Sánchez, sin embargo, aunque sabedor de que la única manera de acabar con la pobreza en el mundo es que los pobres no tengan hijos, matarlos antes de nacer; sí, le preocupan los pobres que ya han nacido y que no hay manera de matar.

Es decir, que Moncloa camina de majadería en majadería porque, ahora, el Gobierno socialista exige la solidaridad forzosa o filantropía… eso sí, con el dinero de los demás. Van a darle a cada sin techo un techo, dado que difícilmente podrán darle un hogar… que es lo que convierte la filantropía en solidaridad y la solidaridad en caridad.

Tras la homofobia, también se condenará el ‘odio al pobre’: es decir, otra forma de subir los impuestos

Para entendernos: que, tras la homofobia, también se condenará el ‘odio al pobre’. Es decir, otra forma de subir los impuestos para que el señor Gere y el señor Sánchez, actor el uno en Hollywood, el otro en Madrid, practiquen la solidaridad propia con el dinero ajeno.

Vamos, que la lucha contra los sin techo conllevará una nueva subida de impuestos. Y como te resistas, como tan solo oses discrepar, serás un aporófobo… y un delincuente. A la cárcel con él. Si hay algo que le encanta a la progresía es prohibir y condenar.