El dinero de los demás. Somos una sociedad adicta a la deuda, que nunca paga con dinero de su propio bolsillo. Prefiere pagar endeudándose.

Bueno, eso la derecha. La izquierda prefiere que le paguemos la cuenta entre todos, mediante el maravilloso concepto de 'nuestros derechos' -siempre inagotables- que no es más que aquello que pagan los demás mediante subvenciones públicas financiadas con los impuestos de la mayoría, es decir, con el dinero de los demás.

La ministra Montero asegura que se reduce el déficit, pero es que no se trata de eso: se trata de reducir el papel de los políticos

De hecho, el izquierdista, también conocido como progresista, es aquel que cobra del sector público o vive de las subvenciones. Constituye el ideal de, por poner un solo ejemplo entre muchos, don Pablo Iglesias.
Y no vive mal.

Asegura la ministra del presupuesto, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que el déficit previsto estará mejor controlado con su presupuesto que con el anterior, el del PP. Puede que sea así, dado que los ingresos previstos ojo, los previsto) suben más que los gastos. Ese es el problema: no me importa el déficit si no el aumento de los impuestos y del gasto público, porque eso significa que cada vez somos menos libres y más dependientes de la clase política. Que eso, sobre todo, significa una subida de impuestos.