Sr. Director: La celebración en España, el jueves 10 de noviembre, era doble, además de celebrar que el Papa firmará el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Juan Pablo I, con lo que "el Papa de la sonrisa" pasaba a ser venerable, puesto que Francisco reconocía también las virtudes del padre Tomás Morales, fundador de los Cruzados y Cruzadas de Santa María, muy recordado por iniciar las vigilias de la Inmaculada y como impulsor del apostolado de los seglares, en la estela del Concilio Vaticano II. Una Iglesia en salida que intenta vivir su fe con coherencia en medio del mundo se abría paso en un siglo XX regado como ningún otro por la sangre de los mártires. Especialmente cruel fue la persecución en España. 60 beatos de la familia vicenciana se unieron ese mismo día oficialmente a la larga lista de mártires hasta ahora reconocidos durante la persecución de los años 30. Del horror de violencia y odio de aquellos años, lo que pervive son estos testimonios de amor y reconciliación, que anticipan esa vida plena para la eternidad a la que Dios llama a todos los hombres. Enric Barrull