Sr. Director:
Desde los primeros albores democráticos, el ahora exhonorable Jordi Pujol se dedicó a facer entuertos de todo tipo, eso sí, siempre envuelto y blindado con la "Senyera".

Desde hace unos días el exhonorable, adoptando la figura de caganet, descuidó su blindaje y efectuó una descomunal deposición en suelo patrio.

Con el paso de los días, y viendo las imprevisibles consecuencias de su reprochable conducta, intenta de nuevo envolverse en la cuatribarrada, incluso complementada con una estrella, para recuperar su antigua y eficaz inmunidad; lo malo es que los efluvios hediondos han inundado a todos aquellos sectores sociales y políticos que le apoyaban e incluso idolatraban, y ahora deambulan confundidos y desorientados por el intenso hedor de su execrable y descomunal deposición.

Manuel Villena Lázaro