• Bruselas retrasa, tanto el rescate bancario como, sobre todo, el apoyo a los bonos español e italiano.
  • Tras la decepción del BCE, aún no se sabe si los fondos europeos comprarán deuda.
  • Y mientras, el bono español alcanza el 7% mientras el bono alemán a dos años tiene rentabilidad negativa.
  • Lo que anula todos los sacrificios impuestos a los españoles.
  • En la capital comunitaria se habla de "la aspereza" de nuestros negociadores.
  • Y aún no sabemos si el rescate bancario se considerará preferente.

La canciller alemana, Angela Merkel (en la imagen), perdió el último Consejo Europeo, donde España consiguió los apoyos necesarios para el llamado rescate bancario y la promesa, un tanto vaga, de que los fondos europeos de estabilidad o bien el propio Banco Central Europeo (BCE) compraran deuda pública de España e Italia.

En otras palabras, fracaso en el Consejo pero Merkel se dedica ahora a poner palos en la rueda. De entrada, sobre el acuerdo acerca del rescate bancario a parte de la banca española. El Gobierno Rajoy esperaba que el acuerdo estuviera listo para esta semana, pero Finlandia y Holanda, los dos peones de Berlín se han dedicado a retrasar lo acordado. Por ejemplo, no ha quedado claro si se entiende que ese apoyo tendrá condición preferente o no.

Pero no sólo eso, Finlandia eleva el tono y amenaza incluso con abandonar el euro si tiene que pagar "deudas ajenas". Berlín, por su parte, se desdice de lo acordado en el Consejo Europeo y asegura que será el Estado español el garante último de las ayudas a los tres bancos españoles en crisis.

Mucho más grave es la reticencia alemana a que los fondos europeos o el BCE compren deuda española... o italiana. Berlín sabe que de nada sirven las medidas de ajuste, que han supuesto grandes sacrificios para los españoles, si el bono español sigue situándose en el 7%. De hecho, los nuevos ajustes previstos -aumento de impuestos, principalmente- se han retrasado a la espera de Europa.

En la reunión de Intermoney celebrada el jueves en Londres, el asunto más citado por los banqueros era la fama de "ásperos" que tenían los negociadores españoles en Bruselas. Lo de la aspereza de los españoles es el término más utilizado en la capital comunitaria. Otra forma de decirlo es que a Merkel le interesa mantener unas economías española e italiana artificialmente débiles.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com