Año y medio le costó al presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, imponer a su Consejo su equipo… y su principios. Sí, también principios. Por ejemplo, frente a los antiguos financieros de César Alierta y frente a los analistas del mercado (este enemigo mucho más peligroso que aquel), Pallete insistió en la siguiente herejía: si generó ebitda, poco me importa la deuda. Le castigaron en la cotización y aún le mantienen castigado pero lo cierto es que su opinión se está imponiendo. No ha reducido el perímetro de la compañía y ha mantenido la capacidad de generación de ingresos, clave de la cuestión.

Y al final, logró forjar su propio equipo directivo. Ojo, sin fichajes externos, con los de la casa, y algunos de los nombramientos no fueron como premio sino como castigo: a veces para que alguien funcione hay que cambiarle… desde donde no funcionaba debidamente.

El 30 de abril cesaron en sus cargos los directivos de César Alierta

Los nombramientos clave son los de las unidades: algunos simplemente ratificados. Sobe todo cuatro. Eduardo Navarro para Brasil, Mark Evans para Reino Unido, Markus Haas para Alemania y Emilio Gayo para España.

Gayo ha sustituido al creador de Movistar Fusión, Luis Miguel Gilpérez

Son los ‘yogurines’, como aquellos jóvenes de la cantera del Sporting que sustituyeron a los veteranos, los de Alierta, y llevaron al equipo a lo más alto. Hispanoamérica es vital y entonces Pallete lo ha partido en dos caras: la del Norte, a cargo de Alfonso Gómez Palacio, hombre de Pallete. Y a Bernardo  Quinn le toca el Sur. Sobre Quinn pesa la leyenda de que expulsó demasiado talento de Telefónica  en demasiadas buenas condiciones económicas -vamos, que se fueron en mesnada- pero ahora tienen otra oportunidad.

Y ojo, porque Pallete se ha hecho, ahora sí, con las riendas de la compañía a todos los efectos. Y no ha necesitado fichajes. Le bastan los yogurines. Asegura que le basta con los ‘yogurines’.

En el equipo jurídico, Ramiro Sánchez de Lerín, un histórico de la compañía, ha sido sustituido por Pablo de Carvajal.

Entre ellos los dos más relevantes. Luis Miguel Gilpérez y Ramiro Sánchez de Lerín

Pues bien, Luis Miguel Gilpérez, sustituido por Emilio Gayo, Carlos López Blanco, de regulación, Eduardo Caride, Ceo de Telefónica, cesan oficialmente el 1 de mayo de 2018. Ahora mismo, como quien dice. Eso sí: alguno de ellos se queda en el Consejo del Grupo, como es el caso de Gilpérez (Pallete no le echó, él quiso irse), consejero de Telefónica Brasil.

En cualquier caso, libre ya de ataduras del anterior equipo los ‘yogurines’ de Pallete tienen que demostrar lo que valen. Ahora ya no sirven las excusas de la herencia recibida  o la mordaza de los aliertistas. Los número dos se han convertido en números uno y el tercer nivel es ahora el segundo. Desde el 1 de mayo, día internacional del trabajo O así.