Cada día recibimos nuevas noticias de casos de okupación, y si algo queda claro es que los okupas quieren buenas condiciones: recuerden que cuando se acerca el verano se van de vacaciones: invadiendo casas en primera línea de playa o chalets con piscina.

Ya saben, los okupas son 'vulnerables', pero también aspiran a vivir bien. En Andalucía la okupación de patrimonio histórico está disparada: recuerden el caso de los okupas de El Rompido o el del chalet en Colmenar, o las 'listas negras' que varias inmobiliarias tuvieron que crear en Sotogrande. Sin olvidar que cada vez son más los propietarios que denuncian que sus okupas no pagan pero disfrutan de coches de alta gama o colegios privados para sus hijos. Prueba de ello son los okupas del Four Seasons de Marbella y o los del barrio Salamanca de Madrid. 

Y un nuevo caso llega desde Alicante. Lo cuentan en 'Y ahora Sonsoles' de Antena3. La okupa es estadounidense y su nombre es conocido, se trata de Ariel Rosita King, una famosa celebrity que ha trabajado durante 35 años en la gestión de diversas ONGs y en proyectos de empoderamiento juvenil, promoviendo la participación de niños y jóvenes en procesos de toma de decisiones a nivel global. Es autora de libros y profesora en universidades de América, África, Asia y Europa.

La propietaria se llama Maite quien confiaba en una persona con tal reputación: "Por eso alquilamos la casa, teníamos muy buena relación". Pero la celebrity que ha compartido portadas de revista con caras como Rihanna u Oprah Winfrey, se niega a abandonar la casa, no responde al teléfono ni a la Guardia Civil y ha cambiado las cerraduras. 

La casa está en Teulada, un pequeño pueblo de Alicante, en 2022. Su idea era implantar su fundación en España, para lo que se mudó a nuestro país y arrendó la finca por 2.900 euros al mes. Al principio todo iba bien hasta que la situación se torció: "Hemos intentado ayudarla en todo lo que hemos podido a la vida del pueblo, con la niña con deficiencia también".

"De repente, su pareja nos notifica que se volvía a Estados Unidos, que no aguanta los tratos de ella. A partir de ahí ella deja de pagar". "Nosotros intentamos establecer relación con ella, comunicación por ver lo que pasaba y facilitar, pero ella se niega rotundamente a comunicarse con nosotros".

"Está generando ya un impago sobrepasado", confirmó la propietaria, reconociendo que la deuda ya va por 17.000 euros: "Ha cambiado las cerraduras y el motor de la puerta de entrada, lo que hace que el personal de mantenimiento tampoco pueda entrar en la vivienda".

Ojo, porque ella sigue activa en redes sociales, donde su día a día dista mucho del de una persona vulnerable: "Lleva una vida de lujo". La empresa de desokupación ha informado de que la okupa ha contratado a una empresa de electricidad por si le cortan los suministros y que ha contactado con la Guardia Cilvil para denunciar amenazas. Además, no está dejando acceder a los agentes al interior ni permite a su hija salir al exterior.