Oriente desafía a un Occidente cobarde. Este es el problema
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, encargó la semana pasada al primer ministro, Denys Shmyhal, que estudie la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo en Ucrania, en respuesta a una petición respectiva firmada por más de 28.000 personas que se presentó el 3 de julio, recogió Infocatólica de Interfax.
«El artículo 116 de la Constitución ucraniana prescribe al gobierno que garantice los derechos y las libertades humanas y civiles. Por lo tanto, he pedido al primer ministro ucraniano que estudie la cuestión señalada en la petición y que informe de los resultados», dijo Zelensky.
Zelensky dijo en su respuesta a la petición que el Código de la Familia de Ucrania define a la familia como la unidad primaria y básica de la sociedad. «Una familia está formada por personas que viven juntas, comparten una vida y tienen derechos y obligaciones mutuas. Según la Constitución ucraniana, el matrimonio se basa en el consentimiento voluntario de una mujer y un hombre», dijo.
No obstante, la Constitución ucraniana no puede modificarse durante la ley marcial o el estado de excepción, dijo Zelensky, recuerda Infocatólica.
El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, ha interpretado en Twitter este anuncio del presidente Zelenski:
El pasado mes de marzo, la Unión Europea anunció la puesta en marcha del proceso de admisión de Ucrania tras la invasión rusa a finales de febrero. Desde hace años, Bruselas ha presionado a algunos de sus miembros como Polonia, Hungría o Rumanía a equiparar las uniones entre personas del mismo sexo al matrimonio, recuerda Aciprensa.
Asimismo, desde 2018, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE respalda que el término cónyuge utilizado en la directiva sobre libre circulación también es aplicable a las parejas del mismo sexo con reconocimiento legal.
Una resolución del Parlamento Europeo, sin fuerza ejecutiva, pero de gran calado político, aprobada en 2021, insta a la Comisión Europea a obligar a los diferentes países a reconocer los contratos civiles que equiparan el matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo de terceros países, así como los procesos de adopción, añade Aciprensa.