Los investigadores registraron los niveles de ansiedad, fatiga visual y la frecuencia cardíaca de los participantes
La Universidad de Coburgo, en el sur de Alemania, ha analizado el efecto de trabajar durante una semana en un entorno virtual y los resultados -tal como publica El Mundo- no son nada halagüeños. Los participantes demostraron menor productividad, mayor estrés y molestias ocasionales como náuseas o migrañas, nada más entrar al metaverso. Puede ser que recordaran algunas experiencias traumáticas como la de que te okupen la casa o la de aquella mujer que sufrió acoso en el entorno virtual.
Un total de 16 personas, todos empleados de la universidad, participaron en esta experiencia. Durante cinco días la mitad de ellos realizaron su trabajo en un entorno convencional mientras que la otra mitad se enfundaba un casco de realidad virtual Oculus Quest 2 para trabajar en el metaverso. Después, en los cinco días siguientes, los papeles cambiaron. Quienes usaron el casco los primeros días pasaron a trabajar en un entorno real y viceversa.
Los investigadores registraron los niveles de ansiedad, fatiga visual y la frecuencia cardíaca de los participantes. Al trabajar en el mundo real todos tuvieron mejores resultados en estas medidas excepto en la frecuencia cardíaca, donde no hubo ninguna diferencia significativa. Dos participantes abandonaron el primer día del estudio debido a las migrañas y las náuseas.