
Álvaro ingresó en prisión tras apuñalar a un hombre que presuntamente intentó previamente atacarle y robarle, en su establecimiento de Olleros de Tera, en Zamora.
Los vecinos y familiares del hostelero respaldan su versión. Su hermana insiste en que Álvaro “no fue a por nadie” y que únicamente se defendió de la agresión. Otros testimonios en la localidad describen a la víctima como un “viejo conocido” por pequeños robos en huertos y viviendas de la zona.
Mientras, el presunto ladrón, Ismael, relataba: "Yo estaba en el bar, sentado en la terraza, él sale sin camiseta. Yo no lo veo. Yo me levanto y cuando me voy a ir, me da la primera puñalada que han sido 36 grapas", afirmaba.
El hostelero, por su parte, aseguraba que fue una agresión en defensa propia porque le habían intentado robar hasta en tres ocasiones: "Le apuñalé en defensa propia. Me encontraba en la cama y escuché ruidos fuera. Me encontré a Ismael fuera con un bastón y un cuchillo de cocina y entonces cogí un cuchillo porque él intentó darme varias puñaladas antes".
La 'hipótesis dominante' es que el varón herido entró al establecimiento regentado por el supuesto agresor con la intención de robarle, lo que habría generado una disputa que habría desembocado en el uso del arma blanca por parte del varón que ahora se encuentra en prisión.
Ahora, Ismael (el presunto ladrón), afirma: "Tengo pánico a que se metan conmigo y sobre todo con mi familia, por eso me he tenido que separar de ellos. Me hospedo en habitaciones de hotel y la única que está conmigo es mi madre".
#EXCLUSIVA | 🚨Ismael, el apuñalado por el hostelero, rompe su silencio.
— En boca de todos (@EnBocaDe_Todos) October 3, 2025
“Tengo miedo a que metan conmigo y con mi familia”
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Mientras tanto, Álvaro, que se describe como “una persona normal y trabajadora, sin problemas previos con la justicia”, permanece en prisión preventiva.
Por su parte, un grupo de vecinos de Olleros de Tera se manifestó recientemente pidiendo la libertad del presunto autor de las lesiones con arma blanca, al entender que el culpable de la situación no es él, sino el herido, que según los lugareños acumula varios intentos de robo desde que llegó a la localidad.
Casos como este o el de los ancianos Pepe Lomas y Pau Rigo, que mataron al ladrón que entró en su casa, abren el debate sobre el derecho del ciudadano a la legítima defensa en su propio hogar.










