
Decíamos ayer que Andorra pretende aprobar el aborto. Una chorrada, dado que las andorranas que abortan no tiene más que coger el coche y pasar a ese paraíso abortero en el que se ha convertido España. Pero, se trata de fastidiar.
Monseñor Josep-Lluís Serrano Pentinat es obispo de Urgell, por tanto, co-príncipe de Andorra, junto al presidente de la República francesa, un tal Emmanuel Macron.
Los socialistas andorranos aseguran que si el obispo no firma la legalización del aborto en el Principado, debe dimitir.
Pues bien, lo que tiene hacer monseñor Serrano, es negar la firma y si fuera el caso, abandonar la jefatura del Principado de Andorra.
Si en el fondo todo esto es muy sencillo: se trata de coherencia.










