Hispanidad ha informado de que la ley que reforma el Código Penal para castigar con penas de cárcel a quienes acuden a rezar a las clínicas abortistas fue aprobada el pasado 3 de febrero en el Congreso, y hoy martes se vota en el Senado.

‘Proposición de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para penalizar el acoso a las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo’. Así lo recoge la agenda del Senado, porque rezar en la calle se va a considerar acoso, y va a ser penado con cárcel, mientras el aborto se considera un derecho, es decir, llamar bien al mal y mal al bien.

Es decir, que  --hasta dónde hemos llegado, parece un régimen comunista, pero es que en el Gobierno hay comunistas--  en España se podrá ir a la cárcel por rezar y por ayudar, como ha denunciado Hispanidad en varias ocasiones. De aprobarse, se castigará con penas de prisión de tres meses a un año o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días.

Se podrá ir a la cárcel por rezar y por ayudar. Hasta dónde hemos llegado en España, parece un régimen comunista, pero es que en el actual Gobierno de España hay comunistas-

Pues bien: el pasado 2 de abril, en San Sebastián, y todavía sin haberse aprobado la antedicha ley de persecución a los provida, decenas de jóvenes y familias enteras fueron hasta un conocido abortorio de la ciudad vasca para rezar allí el Rosario. Lo hicieron balo el lema ‘Rezar no es delito’ y llevaban consigo una cruz y una imagen de la Virgen, cuenta Religión en Libertad.

Sin embargo, al llegar al abortorio Askabide de San Sebastián, los jóvenes y las familias provida, entre los que había varios niños, fueron recibidos por un numeroso grupo de activistas y feministas extremistas que les increparon e insultaron.

La tensión fue en aumento y un numeroso grupo de policías antidisturbios de la Ertzaintza tuvo que intervenir interponiéndose entre ellos para que los ataques no se produjeran contra el grupo provida. Se llegaron a vivir momentos de gran tensión en los que los agentes autonómicos estuvieron a punto de cargar, cuenta Religión en Libertad.

Mientras eran insultados e increpados, los jóvenes y familias rezaron de rodillas el Santo Rosario frente al abortorio ayudados con un megáfono debido al enorme ruido que generaban los manifestantes que les acosaban desde el otro lado de la calle.

Los organizadores de estos actos de ‘Rezar no es delito’ frente a los abortorios afirmaban que estas iniciativas "surgen porque quieren prohibirnos rezar en la calle". Para sus organizadores, "se trata de defender la fe: como católicos tenemos la obligación de no entregarla y si aceptamos este paso y nos quitan la fe de la vía pública no sabemos el mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos. Nuestro deber es plantarnos", añade. "La fe no es algo que haya que dejar de puertas para adentro" y con esta iniciativa pretenden recoger el sentir "de muchos católicos" ante la posible ilegalización de grupos de oración”, añade Religión en Libertad.

Y es que cada vez son más los católicos de a pie, familias y jóvenes conscientes de que la oración no solo puede ser un testimonio público de fe y apostolado, sino que además es "necesaria" para enfrentar al laicismo creciente en Occidente. Sucedió recientemente en Austria con Österreich betet y en Francia con el movimiento La France prie, que ya se ha extendido rápidamente por Suiza, Bélgica y Alemania.

Sin embargo, el fenómeno no es exclusivo del corazón de Europa. Especialmente en España la oración pública asiste a un crecimiento sin precedentes: en estos meses, miles de españoles están saliendo a la calle a rezar por motivos diversos, pero ya lo hacen sin complejos, relata Religión en Libertad.