La hermana Marie Sylvie se dio cuenta de que el hospital estaba siendo atacado y llamó a la parroquia para que los sacerdotes y las religiosas pudieran huir
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en la República Democrática del Congo, donde el pasado 19 de octubre una monja fue asesinada después de que los islamistas prendieran fuego al hospital donde trabajaba como médico. La hermana Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki murió, junto a un paciente, al producirse un incendio en la aldea de Maboya, al este del país.
El grupo yihadista ugandés Estado Islámico-Provincia Centroafricana reivindicó la autoría del atentado. La hermana Marie-Sylvie se dio cuenta de que el hospital estaba siendo atacado y llamó a la parroquia para que los sacerdotes y las religiosas pudieran huir, recogió Religión en Libertad.
Tras finalizar la Audiencia General de este miércoles 26, el Papa Francisco dijo haber seguido “con horror” los últimos acontecimientos “que siguen tiñendo de sangre la República Democrática del Congo”. “Lamento enérgicamente el inaceptable asalto que tuvo lugar en los últimos días en Maboya, provincia de Kivu del Norte, donde fueron asesinadas personas indefensas, entre ellas una religiosa que se dedicaba a la atención sanitaria”, dijo el Papa, recogió Aciprensa.
En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el padre Marcelo Oliveira, de los Misioneros Combonianos, describió el terror vivido esa noche, recoge Aciprensa. “Tan pronto como se dio cuenta del ataque, la hermana Marie-Sylvie llamó a la parroquia local para que los sacerdotes y religiosos pudieran huir. De lo contrario, la tragedia podría haber supuesto todavía más pérdidas humanas”, valoró el sacerdote.
El P. Oliveira declaró a ACN que la República Democrática del Congo experimenta una verdadera contienda que el mundo pretende ignorar, y que está causando una atmósfera de horror en el país. “El terror continúa. Es una guerra oculta, silenciada, para que nadie haga nada y la población siga sufriendo. La gente está muerta de miedo, todo el mundo trata de escapar”, lamentó, alertando que “hay muchos intereses en juego, debido a la gran riqueza en esta parte del país”.
Un rescate que oficialmente no parece haberse pagado. La misma identidad de los secuestradores sigue siendo incierta
Nos vamos a Camerún donde fueron liberados los nueve rehenes capturados en el ataque a la iglesia de Nchang, informó Aciprensa. Un rescate que oficialmente no parece haberse pagado. La misma identidad de los secuestradores sigue siendo incierta.
En un comunicado compartido este 24 de octubre con ACI Africa, agencia africana del Grupo ACI, Mons. Abangalo anuncia “con gran alegría” la liberación de los sacerdotes Elias Okorie, Barnabas Ashu, Cornelius Jingwa, Job Francis Nwobegu y Emmanuel Asaba; así como de la religiosa Jacinta C. Udeagha, y los laicos Nkem Patrick Osang, Blanche Bright y Mme. Kelechukwu.
Al confirmar la liberación de los rehenes, Mons. Aloysius Fondong Abangalo, obispo de Mamfe, ha dado las gracias a los fieles por las oraciones ofrecidas para pedir una conclusión positiva del asunto. “Aprovecho esta oportunidad, una vez más, para condenar el acto de profanación de la iglesia, en los términos más enérgicos, y para denunciar la necesidad de valorizar la dignidad humana. Privar de su libertad a nuestros hermanos y hermanas para obtener dinero a cualquier precio es inhumano. Para aquellos que hacen declaraciones que alimentan tales acciones, creo que es hora de replantearse su enfoque y asegurar que la dignidad de la persona humana sea defendida de todas las maneras posibles”.
El obispo Aloysius Fondong Abangalo se refiere a la profanación de la iglesia de Santa María que tuvo lugar en el momento del asalto. Igualmente significativa es la referencia al rescate exigido por los secuestradores, que la Conferencia Episcopal de Camerún se negó explícitamente a pagar "para no crear precedentes peligrosos”, recoge Fides.
El dictador Iósif Stalin y las autoridades comunistas de la URSS tomaron el control del antiguo Imperio ruso, y una vez afianzados en el poder, persiguieron a todos los cristianos que vivían en su territorio
Y hace 84 años, Janina Jandulska, una ucraniana católica devota de la Virgen María, entregó su vida para promover el amor a la Madre de Dios a través del rezo del Rosario, recoge Aciprensa.
En 2017, National Catholic Register recogió la historia de Janina Jandulska, una mujer católica ucraniana con discapacidad que a los 30 años arriesgó su vida y organizó un grupo de oración para rezar el Santo Rosario en Ucrania.
Después de la Revolución Bolchevique de 1917, Ucrania empezó a formar parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Durante ese periodo, el dictador Iósif Stalin y las autoridades comunistas de la URSS tomaron el control del antiguo Imperio ruso, y una vez afianzados en el poder, persiguieron a todos los cristianos que vivían en su territorio.
En 1937, Janina Jandulska vivía con su madre en la aldea ucraniana de Wierzboviec y, al igual que muchas personas de su pueblo, empezó a formar parte de un grupo de oración llamado Rosario Viviente. Luego de que la URSS iniciara el cierre de seminarios y el arresto de sacerdotes, empezaron a surgir este tipo de grupos organizados por laicos, que ayudaron en la enseñanza del Catecismo a los jóvenes y ofrecieron apoyo espiritual y moral a muchos católicos.
A pesar de los riesgos, Janina aceptó ser anfitriona de una de las reuniones del Rosario Viviente en su casa. Sin embargo, un oficial comunista fue alertado de este hecho e informó a las autoridades. Cuando la policía llegó a la casa de Janina, la arrestaron y el fiscal le hizo algunas preguntas. A continuación la descripción:
-“¿Eres la encargada del Rosario?”
-“Sí, soy la encargada del Rosario Viviente. Pero no es una organización, simplemente le rezamos a Dios”.
-“¿Cuántos de ustedes están ahí?”
-“Quince”
-“¡Quince! Y dices que no es una organización. ¿Quién te reclutó y quién te envió literatura?
El fiscal no aceptó la respuesta de Janina de que el Rosario Viviente simplemente se reunía para orar a Dios. Entonces él le recordó:
-“¡Pero no hay Dios!”
-“Para ti no hay Dios, pero para nosotros Dios existe”.
El fiscal miró a la mujer discapacitada frente a él, y señaló: -“Pero estás aquí ahora (entonces) ¿quién te reemplazará?”
-“Alguien que cree en Dios”, respondió Janina.
Al poco tiempo, informaron a la madre de Janina que su hija estaba muerta. La causa de muerte se definió falsamente como una “infección del hígado”; sin embargo, tiempo después se descubrió que Janina había recibido un disparo en la cabeza.
Actualmente, en el pueblo de Wierzboviec existe una humilde iglesia católica, y al interior, hay una foto de Janina, donde aún le rezan y la recuerdan.