La dictadura del lobby LGTBI se percibe cada vez en más ámbitos de la sociedad. El citado lobby trata de imponer sus opiniones mediante sanciones, prohibiciones y campañas de desprestigio. Es decir, que si discrepas, te sanciono o te condeno al ostracismo, que curiosamente se contradice con la supuesta libertad que ellos reclaman para vender sus postulados. 

Hispanidad, por ejemplo, recogió el caso de un profesor de Virginia (EEUU) que fue despedido por no usar pronombres transgénero con una estudiante.

Ahora se ha dado un nuevo caso en EEUU. Concretamente una universidad de Pensilvania advirtió que podría imponer castigos a los estudiantes que se refieran a compañeros de clase «transgénero» por sus nombres legales o pronombres biológicamente precisos, informó el jueves National Review, recoge Infocatólica de LIfeSite News

En un correo electrónico del 13 de septiembre, la Oficina de Equidad e Inclusión de la Point Park University (PPU) en Pittsburgh, envió un correo electrónico informando a los estudiantes nuevos y que regresaban del otoño de 2021 sobre la política de la institución sobre el uso incorrecto de los géneros, el uso indebido de pronombres y la imposición de nombres inapropiados.

El correo electrónico no dejó en claro qué tipo de «acción» podría tomar la universidad contra los estudiantes que no se adhieran a la nueva orden

El correo electrónico advirtió a los estudiantes de Point Park que «se podrían tomar medidas» en su contra si cometen una variedad de «microagresiones» u otras presuntas ofensas contra estudiantes transgénero.

Según la política descrita en el correo electrónico, se espera que los compañeros de clase y colegas utilicen los nombres y pronombres preferidos de sus asociados, independientemente de sus creencias personales.

Eso sí: el correo electrónico no dejó en claro qué tipo de «acción» podría tomar la universidad contra los estudiantes que no se adhieran a la política.

En cualquier caso, el correo electrónico no abordó las preocupaciones de quienes pueden sentir que las políticas de la universidad violan su derecho a la libertad de expresión o socavan sus convicciones de que las diferencias de género son biológicas e inmutables.