Como ha venido informando Hispanidad, en Siria gobiernan desde el 8 de diciembre de 2024 unos yihadistas islámicos, terroristas y fanáticos musulmanes. En concreto, una facción heredera de Al Qaeda, denominada Hayat Tahrir al Sham (HTS), liderados por Mohamed al Jawlani (ahora llamado Ahmed al-Shara). El anterior gobernante, Bashar al Asad, tuvo que huir de Siria a Moscú.

La mayoría de medios occidentales vendieron que tras la caída del Bashar al Asad se abría para Siria un futuro mejor, libre ya del “dictador”, Sin embargo, la realidad es que al menos para los cristianos, la persecución no ha cesado bajo el nuevo régimen islamista. 

En ese contexto, el Papa León XIV expresó ayer, durante un discurso, su afecto a los cristianos perseguidos en Oriente Medio tras el atentado del pasado 22 de junio en una iglesia de Damasco (Siria), cometido por un terrorista yihadista suicida, que dejó 25 muertos: “A los cristianos de Oriente Medio les digo: ¡Estoy cerca de ustedes! ¡Toda la Iglesia está cerca de ustedes!”. Este trágico suceso, según el Pontífice, “pone de manifiesto la profunda fragilidad que aún afecta a Siria, después de años de conflictos e inestabilidad”, recoge Aciprensa. 

Ayer volvió a producirse otro atentado yihadista contra cristianos sirios: dos islamistas armados asesinaron al guardia de seguridad de la Iglesia Mar Takla en Latakia, según informa Universitarios Católicos. 

Estos ataques, lejos de desanimar a los cristianos, lo que han hecho es reforzarlos en su fe. De hecho, muchos de ellos volvieron a la catedral donde se produjo el atentado, para asistir a misa:

Los cristianos sirios también despidieron a sus mártires, los fallecidos en el atentado del 22 de junio: 

Por su parte, el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales del Vaticano, sacó a la luz el verdadero objetivo del atentado del 22 de junio: “Todavía sabemos poco, pero el hecho, lo único seguro, es que una masacre de cristianos así significa decuplicar la salida de cristianos de los países de Oriente Medio”. “Lo que estamos viviendo es para nosotros un duelo familiar. Los cristianos de Siria y de Oriente Medio son verdaderamente parte de nuestra familia. Se alimentan del mismo Cuerpo y Sangre del Señor, creen en el Dios encarnado, crucificado y resucitado, y por eso son nuestra carne”, recoge Aciprensa. 

Recientemente, el patriarca de la Iglesia Maronita en el Líbano, cardenal Bechara Boutros Raï, explicó que la presencia cristiana en Medio Oriente es indispensable, porque favorece decisivamente “la formación de un islam moderado”. “Lo ocurrido es horroroso y, por otra parte, ¿cómo sorprenderse de que en un contexto internacional como el actual se produzcan tragedias como la ocurrida el domingo en Damasco? Desgraciadamente, el riesgo es que ni siquiera podemos imaginar lo que puede ocurrir al día siguiente”.