Cristianos perseguidos en Pakistán (Foto cedida por Ayuda a la Iglesia Necesitada)
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Pakistán, donde Basharat Masih, un padre cristiano que había luchado por la liberación de su hija de 12 años, fue asesinado. La niña —de nombre Hoorab— fue secuestrada en diciembre y recientemente el tribunal de Faisalabad, en el Punjab, había ordenado su liberación. Basharat recibió amenazas de muerte durante y después del proceso judicial, informó Asia News.
La niña había sido raptada el 28 de diciembre de 2022 por dos comerciantes, Muhammad Mustafa y Muhammad Usman. Este último había convertido a la menor al islam para casarse con ella en la ciudad de Chiniot. Desde el 17 de febrero, la niña estuvo en un centro de acogida para mujeres que han sufrido violencia o maltrato (llamado Dar-ul-Aman) y sólo se le permitió regresar con su familia a finales de marzo, cuando manifestó ante la magistratura de Faisalabad su deseo de quedarse con su padre.
Maryam Bibi, hermana de la niña liberada, presentó una denuncia en la comisaría de Nishatabad, en la que afirmaba que el 24 de abril su hermano estaba participando en un concurso de vuelo de palomas cuando oyó gritos y salió corriendo a la calle: un grupo de agresores había atacado a su padre Basharat y lo había matado.
Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan, comentó que el asesinato del padre cristiano parecía una venganza por haber llevado ante la justicia a los autores del secuestro de Hoorab: «El caso de Hoorab demostró una vez más que, incluso después de un juicio, las amenazas a los cristianos no terminan. Al ser objetivos fáciles, las minorías religiosas sufren secuestros, conversiones y matrimonios forzados. Los autores del asesinato de Basharat Masih deben ser llevados ante la justicia».
La policía nos acusó incluso de convertir a la gente al cristianismo
Nuestro siguiente destino es la India, en cuyo estado de Chhattisgarh, un grupo de extremistas del Bajrang Dal, un movimiento de nacionalistas hindúes, atacó una casa particular donde un grupo de unos 50 cristianos se había reunido para rezar el domingo 30 de abril. La policía, en lugar de arrestar a los atacantes, detuvo al dueño de la casa y a una decena de cristianos, informa Asia News.
«La policía nos acusó incluso de convertir a la gente al cristianismo», declaró Arun Pannalal, presidente del Foro Cristiano de Chhattisgarh: «Les preguntaron por qué rezaban en una casa privada y los amenazaron con enviarlos a la cárcel. Solo después de que nosotros presionáramos los liberaron por la noche».
«Desde 2019 celebramos encuentros de oración en nuestra casa», informó el Dr. Sahu. «En 2021, el Bajrang Dal había organizado una protesta similar e incluso entonces nos amenazaron con violencia si no dejábamos de rezar. Pero es nuestra casa y nunca hemos obligado a nadie a asistir al servicio. Todos los participantes eran cristianos. Tampoco utilizamos micrófonos ni provocamos contaminación acústica. No entendemos el motivo de estos ataques».
Mons. Victor Henry Thakur, arzobispo de Raipur y presidente del Consejo de obispos católicos de Chhattisgarh (CBCG), comentó a AsiaNews: «Con las elecciones a la Asamblea legislativa local previstas para finales de año, están preparando el terreno sembrando tensiones y sospechas en la sociedad. Los extremistas de derecha están acusando a los cristianos de conversiones inventadas e infundadas, y la administración está arrestando y deteniendo a cristianos inocentes, mientras que los que crean disturbios en el orden público están libres. La administración tiene el deber de proteger a la población».
El padre Kunav trabaja en la diócesis de Ibadán, pero se había desplazado a Warri para visitar a unos conocidos
Y terminamos en Nigeria, donde dos sacerdotes católicos fueron secuestrados en el estado de Delta. Se trata del padre Kunav, perteneciente a la congregación del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt, y del padre Ralph Ogigba del clero de la diócesis de Warri, párroco de la iglesia de San Francisco en Agbara Otor, Ughelli North, en el estado del Delta, informa Fides.
El padre Kunav trabaja en la diócesis de Ibadán, pero se había desplazado a Warri para visitar a unos conocidos. “Desgraciadamente, anoche (domingo 30 de abril), tras una breve visita a una parroquia vecina, el padre Kunav y el padre Ralph Ogigba fueron secuestrados cuando volvían a la parroquia del padre Ogigba”, afirma un comunicado de los Padres de Schoenstatt. “El secuestro - señala el comunicado enviado a la Agencia Fides - se produjo en la carretera frente a la Universidad Ibru Agbara Otor”.
El pasado 15 de abril también fue secuestrado el padre Michael Ifeanyi Asomugha, párroco de la iglesia de San Pablo de Okigwe, en el Estado de Imo, al sureste del país. El sacerdote fue liberado por sus secuestradores nueve días después.