Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nigeria, donde la Arquidiócesis de Kaduna ha informado del secuestro del P. Abraham Kunat, junto a otras nueve personas en el área del gobierno local de Kachia, recoge Aciprensa. Todavía no ha trascendido quiénes son los secuestradores.

El canciller de la Arquidiócesis de Kaduna, el P. Christian Okewu Emmanuel, escribió en un comunicado del 8 de noviembre que al P. Kunat lo secuestraron en la parroquia de San Mulumba, en el área de Kurmin Sara, a donde lo trasladaron debido a la falta de seguridad.

El canciller también pidió oraciones y el apoyo de los fieles, así como de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que “Dios todopoderoso tome el control de la situación, preserve a nuestro sacerdote y nos lo devuelva en una pieza”.

El presidente de la rama de Kaduna de la Asociación Cristiana de Nigeria, P. Joseph Hayeb, dijo que en Nigeria se vive “una situación muy triste porque en el estado están ocurriendo muchas cosas que no se denuncian”. Además, subrayó que hay que hacer mucho más para proteger a los ciudadanos de los criminales que los aterrorizan.

Según informó la agencia vaticana Fides, un día antes, el 7 de noviembre, un grupo armado de unos 15 hombres irrumpió en el pueblo conocido como la “aldea del petróleo”, situado cerca de la refinería de Kaduna, con el objetivo de saquear viviendas. Al escapar, tomaron a nueve personas como rehenes. Uno de ellos consiguió después huir de las manos de los secuestradores, señaló Fides.

También supone un problema la ausencia de maestros religiosos cristianos en la escuela

Seguimos en en Indonesia, donde los estudiantes cristianos sufren discriminación en las escuelas públicas, informa Puertas Abiertas.

En enero de 2021, un estudiante no musulmán se vio obligado a usar un pañuelo en la cabeza para ir a la escuela, lo que recibió una gran atención de los medios. Este incidente llamó la atención de los ministros de religión y el ministro de educación, quienes exigieron que se derogue la política en las escuelas públicas.

Sin embargo, varias escuelas públicas en Padang rechazaron el llamamiento, alegando que se trata de una regulación del gobierno local que ha estado vigente durante décadas y, por lo tanto, no es necesario cambiarla.

También supone un problema la ausencia de maestros religiosos cristianos en la escuela. Esto da como resultado que los estudiantes cristianos tengan que tomar clases de religión musulmana para obtener calificaciones en estudios religiosos, lo cual es algo común en las escuelas públicas de todo el país.

Cuando sus familiares y vecinos se enteraron de su conversión al cristianismo, le amenazaron con violencia

Y terminamos a Kirguistán, un país en el que los ciudadanos de trasfondo indígena que se convierten al cristianismo sufren ataques por causa de su nueva fe. Uno de los indicadores de persecución es la opresión islámica y estos cristianos están experimentando presión e incluso violencia física por su creencia en Jesucristo, informa Puertas Abiertas.

Es el caso de Esa (61 años), que había estado asistiendo a una iglesia en secreto. Cuando sus familiares y vecinos se enteraron de su conversión al cristianismo, le amenazaron con violencia. Se le dijo que renunciara a su fe en Jesucristo. A raíz de un enfrentamiento con un vecino que llegó a intimidarlo, Esa, junto con su familia, se vio obligado a mudarse a otra ciudad. Ahora le resulta difícil encontrar un trabajo adecuado. Ha recurrido a vender chatarra en el bazar para mantener a su familia.

Otro caso: Bakbol tiene 18 años. Él, su padre y su hermana se hicieron creyentes en Jesucristo. Hace poco, el hermano mayor de Bakbol regresó de Rusia para vivir con ellos. Cuando el hermano, que también es alcohólico, se enteró de que su familia se había hecho cristiana, golpeó a Bakbol y a su padre. Ahora el hermano mayor ha tomado el control de la familia. Les ha prohibido asistir a la iglesia. Está amenazando a Bakbol con que, a menos que niegue a Cristo, lo enviarán a Rusia a trabajar.

Por su parte, René comenzó a asistir a la iglesia después de convertirse en creyente. Compartió esta buena noticia con sus amigos musulmanes. Entonces estos le amenazaron y le dijeron que negara a Cristo. Como René se había mantenido fiel al Señor y no se dejaba influir por las amenazas, sus amigos cortaron toda comunicación con él e incluso les contaron a otros vecinos, a sus conocidos cercanos y a sus parientes sobre la nueva fe de René. Ahora está condenado al ostracismo por sus amigos y familiares y se siente completamente solo.