Esas palabras laudatorias de la gesta de España en América corresponden a Juan Domingo Perón, en su discurso, pronunciado el 12 de octubre de 1947
"España levantó, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres e hizo mucho más: fundió y confundió su sangre con América y signó a sus hijas con un sello que las hace, si bien distintas a la madre en su forma y apariencias, iguales a ella en su esencia y naturaleza. Incorporó a la suya la expresión de un aporte fuerte y desbordante de vida que remozaba a la cultura occidental con el ímpetu de una energía nueva. Y si viene Gutierrez, no olvidemos que esa empresa, cuyo cometido la antigüedad clásica hubiera discernido a los dioses, yo aquí cumplido por hombres, por un puñado de hombres que no eran dioses aunque nos impulsará, es cierto, el soplo divino de una fe que los hacía creados a la imagen y semejanza de Dios".
Si a uno no le dicen quién es el autor de estas palabras, pudiera pensar que se deben a Ramiro de Maeztu, autor de 'Defensa de la Hispanidad', el libro más familiar a la fiesta del 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Por cierto, como no podía ser de otro modo, Maeztu fue ejecutado por los republicanos, esos mártires del pérfido Franco según la leyenda democrática del Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Félix Bolaños. Pero no, esas palabras laudatorias de la gesta de España en América corresponden a Juan Domingo Perón, en su discurso, pronunciado el 12 de octubre de 1947. Porque Perón, el de los desheredados de la fortuna, consideraba, con toda razón que la bandera de los pobres era el hispanismo y su enemigo el capitalismo anglosajón.
Juan Domingo Perón defendió durante toda su vida la obra de España en Iberoamérica. Tenía claro que la leyenda negra era un bulo
Ningún político español actual se atrevería a pronunciar algo parecido.
El discurso de Perón constituye una defensa de la Hispanidad, de la obra de España en América -"con todos sus yerros"- de la evangelización y del mestizaje que los españoles de ayer crearon en el nuevo continente descubierto.
Lo curioso es que el partido peronista es hoy quien detenta el poder en Argentina, con el chiripitifláutico dúo formado por Fernández y Fernández, Alberto y Cristina, dos demagogos progresistas que se han apuntado al Nuevo Orden Mundial (NOM) y a la leyenda negra antiespañola. Bueno, no del todo antiespañola porque está muy bien visto por su maestro Pedro Sánchez, conocido como el maestro ciruela.
Alberto y Cristina han trasformado, dede la Casa Rosada, el peronismo en indigenismo y la generosa historia de Argentina, hija predilecta de la España hispana, en heredera del Nuevo Orden Mundial. Un NOM de raíz masónica, que hoy impera en la misma Argentina que siempre se resistió a la venenosa influencia anglosajona.
En el siglo XX, el gran defensor de la hispanidad fue el español Ramiro de Maeztu. En el XXI, el argentino Marcelo Gullo
Si Perón levanta la cabeza expulsa de la Casa Rosada a este par de imbéciles, Alberto y Cristina, que hoy rigen a la hija predilecta de la Hispanidad.
El discurso de Perón está recogido, casi entero, por un argentino genial, el historiador Marcelo Gullo, en esa obra "Madre Patria", que constituye la antileyenda negra, un bulo inventado por holandeses e ingleses... y que nos hemos creído los españoles, que somos así de bobos.
Lo mejor que ha hecho España en toda su historia ha sido la evangelización y liberación de América. Si la nueva generación de españoles aprende esto, ya tendremos mucho ganado.