La Policía Municipal de Madrid detuvo la semana pasada a cuatro personas magrebíes -El Mundo sí especifica la nacionalidad de los okupas-, tres hombres y una mujer, por intentar okupar en el distrito de San Blas-Canillejas la casa de una anciana que llevaba tres meses en una residencia de ancianos a causa de una enfermedad. 

Según el mismo diario, la intervención fue posible gracias al aviso de una mujer que oyó ruidos en la escalera y al asomarse por la mirilla vio como manipulaban la cerradura de la casa de su vecina. 

Esta mujer avisó de inmediato a la Policía Municipal advirtiendo que estaban forzando la entrada de la casa. Los agentes acudieron a la casa, comprobaron que había sido manipulada la cerradura y que había gente en el interior que se negaba a abrir.

Finalmente, llegaron los bomberos y cuando se disponían a tirar la puerta, una persona abrió y confesó que habían usurpado la casa. Uno de los cuatro okupas trató de huir por la terraza. La Policía detuvo a esta persona y a sus tres compatriotas por un presunto delito de allanamiento de morada.