Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Ucrania, país invadido por Rusia. Al menos por ahora, la ciudad de Odesa, situada en la costa del Mar Negro en el sur de Ucrania, se ha librado de lo peor de la violencia de la guerra. Pero el conflicto marca cada momento de la vida de la gente, asegura a Ayuda a la Iglesia Necesitada el obispo católico local, Mons. Stanislav Szyrokoradiuk.

Una de sus primeras prioridades ha sido poner a salvo a los niños vulnerables. “Hemos organizado un lugar a 260 kilómetros que antes era solo para niños, pero que hoy es un lugar para desplazados. Algunos niños y familias jóvenes con niños están viviendo allí, y nosotros nos ocupamos de ellos”.

En esta situación, los sacerdotes han asumido funciones que trascienden a las de pastores de almas. “La presencia de los sacerdotes en las iglesias es muy importante para la gente. Los sacerdotes celebran santas misas, organizan los rezos y fortalecen el espíritu. Pero, además, reparten paquetes de alimentos y otros artículos de primera necesidad, también comidas calientes. Los sótanos bajo las iglesias permanecen abiertos a todas las personas que buscan refugio”, informa Mons. Szyrokoradiuk a ACN.

“La ciudad está unida, reina una gran unidad entre los creyentes, también ecuménicamente. La guerra nos ha unido mucho, no solo a los católicos, sino también a personas de otras confesiones y culturas. Hoy tenemos una gran unidad en la ciudad», explica el obispo.

Zhou fue arrestada después de sostener un cartel en el mismo evento político que decía: “Dios ama a la gente del mundo y está llamando a Xi Jinping

Nos vamos a China, donde las autoridades detuvieron a una mujer cristiana por su repetido intento de compartir el Evangelio con el presidente chino Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan. La mujer, que es de la provincia de Liaoning, ha sido arrestada más de 50 veces por sus intentos anteriores, informa Christian Post.

La policía ordenó a Zhou Jinxia que regresara a su hogar en la ciudad portuaria de Dalian después de que la sorprendieran sosteniendo un cartel que le pedía a Xi Jinping que creyera en Jesús en el área de Zhongnanhai en Beijing, la sede central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado de China. El organismo de vigilancia de la persecución con sede en Estados Unidos, International Christian Concern, informó sobre su último arresto el mes pasado.

La mujer, que es activista, fue acusada de “buscar peleas y provocar problemas”. En 2018, Zhou fue arrestada después de sostener un cartel en el mismo evento político que decía: “Dios ama a la gente del mundo y está llamando a Xi Jinping”.

En marzo de 2016, mostró un cartel más largo que decía: “Dios ama a la gente del mundo y está llamando a Xi Jinping y Peng Liyuan. El ateísmo alimenta el pecado y derriba a la gente. El Reino de los Cielos está cerca; deberías arrepentirte”.

Open Doors USA, que cubre la persecución en más de 60 países, estima que China tiene más de 97 millones de cristianos, muchos de los cuales adoran en iglesias clandestinas no registradas o llamadas “ilegales”.

Lamentamos confirmar oficialmente el secuestro de uno de nuestros sacerdotes, el padre Joseph Akete Bako

Y en Nigeria, la Archidiócesis de Kaduna ha confirmado oficialmente el secuestro del padre Joseph Akete Bako, párroco de la Iglesia Católica de San Juan, en Kudenda, en el área de gobierno local de Kaduna Sur, en el estado de Kaduna.

“Lamentamos confirmar oficialmente el secuestro de uno de nuestros sacerdotes, el padre Joseph Akete Bako, en su residencia de la iglesia de San Juan, Kudenda, alrededor de la 1.30 de la madrugada del 8 de marzo. En el transcurso del asalto, el oficial de seguridad, Luka Philip, resultó asesinado, mientras que otras cuatro personas fueron secuestradas en las casas cercanas”, dice el comunicado. La Archidiócesis ide Kaduna invita a los fieles a rezar por la persona asesinada y por la liberación de los secuestrados, informa Fides.

Inicialmente, el gobierno del estado y las autoridades policiales no confirmaron la noticia, mientras que la Archidiócesis habló a través de su canciller, el padre Anthony Dodo, quien declaró a una cadena de televisión local que unos hombres armados habían irrumpido en la casa parroquial en la madrugada del martes, después de matar a golpes al agente de seguridad.