
Decíamos en Hispanidad que en España ya hay más marroquíes que asturianos. Y no son pocas las localidades españolas cuya nacionalidad principal ya no es la española.
De hecho, también en Hispanidad nos hacíamos eco de la creciente islamización de Ceuta y de Melilla… por culpa del PP y del PSOE.
O, en su vertiente educativa, recogíamos el avance de la islamización en las aulas, en Cataluña, donde la Generalidad avala el uso del niqab islámico, que sólo deja los ojos al descubierto.
Pues bien, según datos de Eurostat, recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 881.199 inmigrantes han sido nacionalizados desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa (2018).
Durante los últimos seis años, Marruecos ha sido, con diferencia, el país con más ciudadanos que han adquirido la nacionalidad española, con un total de 229.572 personas. Le siguen: Colombia (61.553), Venezuela (55.131), Ecuador (54.977) y Bolivia (49.798).
Según La Gaceta, las cifras revelan que, aunque el número total de nacionalizados en los últimos seis años es similar al de los 16 anteriores, el ritmo de concesión de la nacionalidad ha aumentado significativamente bajo el gobierno de Sánchez. De continuar esta tendencia, España podría superar con creces en la próxima década el volumen de inmigrantes que han adquirido la ciudadanía en comparación con las décadas previas.