Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), varios países están en grave riesgo de hambruna.

Algunos de esos países son Afganistán, Somalia y Yemen, que se encuentran en el Top 5 de la Lista Mundial 2022 de la Persecución a los cristianos, elaborada por la organización Puertas Abiertas.

En estas naciones, los cristianos se ven aún más perjudicados, ya que los programas de ayuda son para la mayoría religiosa del país.

Además de Afganistán, Somalia y Yemen, otros cinco países que forman parte de la Lista Mundial de la Persecución figuran en el informe de la ONU: República Democrática del Congo, Sudán, Siria, República Centroafricana y Pakistán. Y tres están en la Lista Mundial de países en observación 2022: Kenia, Sri Lanka y Honduras. En África, muchas instituciones musulmanas también niegan la ayuda a los cristianos.

El número de países al borde de la hambruna es hoy diez veces mayor que hace seis años. El informe también indica que 970.000 personas podrían morir de hambre a principios de 2023.

El Cuerno de África (Somalia, Etiopía y otros) también inspira gran preocupación. La región, conocida desde hace años por su crisis socioeconómica, es aún más vulnerable debido a la destrucción de cultivos y ganado. La pandemia ya había dificultado la situación para todos, pero sin tiempo para recuperarse, nuevos problemas agravan el hambre en estos países que necesitan ayuda urgente.

Parte del apoyo a la iglesia perseguida consiste en llevar alimentos a los necesitados, sin embargo, la necesidad es tan grande que muchos cristianos no son atendidos o hay que elegir la situación más urgente por encima de otras.

En Mozambique, gran cantidad de cristianos y también algunos musulmanes se han visto obligados a abandonar sus hogares debido al terror sembrado por los grupos terroristas

Nos vamos ahora a Mozambique, país del sudeste africano sobre el que la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha tratado de concienciar acerca de la grave situación que viven los cristianos.

Se trata de un país donde el 54% de la población es cristiana debido principalmente a la colonización portuguesa.

Según indicó Ayuda a la Iglesia Necesitada, este extremismo de lucha religiosa no existía hasta hace cinco años, cuando en octubre de 2017 comenzaron a surgir grupos de jóvenes terroristas. En aquel entonces hubo cerca de 4 mil muertos y cientos de miles de desplazados.

El Obispo de Nacala (Mozambique), Mons. Alberto Vera Aréjula, de nacionalidad española y perteneciente a la Orden de Nuestra Señora de la Merced, lleva más de 23 años en el país africano. Tiene 65 años y estuvo en el entierro de la hermana Maria Coppi, la misionera comboniana asesinada en Mozambique este año.

Durante la rueda de prensa, Mons. Alberto Vera explicó que Mozambique lleva casi 100 años en guerra. Y a día de hoy, gran cantidad de cristianos y también algunos musulmanes se han visto obligados a abandonar sus hogares debido al terror sembrado por los grupos terroristas como la Renamo (Resistencia Nacional Mozambiqueña).

Recordó que esta situación comenzó ya en 2010, cuando “líderes musulmanes ya avisaron de que algo estaba cambiando dentro de las mezquitas, donde los jóvenes que habían sido enviados a estudiar a países musulmanes llegaban con ideas fundamentalistas, condenando incluso a sus propios familias y padres”.

El Prelado recordó también que en septiembre los terroristas asesinaron a una persona en Naputo y de ahí bajaron a la misión de Chipene, donde se encontraba la religiosa comboniana Maria de Coppi. “Allí, 20 terroristas quemaron la casa de las misioneras y a la religiosa le dispararon en la cabeza”.

La persecución a las minorías religiosas en India, entre ellas los cristianos, ha aumentado desde que el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata ganó el poder en 2014

Y en la India, la organización humanitaria International Christian Concern reveló que 30 cristianos fueron arrestados tras ser acusados de supuestamente violar la polémica ley de conversión, recogió Asia News.

A principios de este año, la Asamblea del Estado de Uttar Pradesh aprobó una ley que prohíbe y pena con hasta 10 años de cárcel las conversiones religiosas forzadas por medio del matrimonio, el engaño, la coacción o la seducción; y no admite la libertad bajo fianza a quienes sean considerados culpables.

La ley es polémica pues no se aplica para las conversiones al hinduismo, que muchas veces se realizan por medio de la violencia, en la forma de amenazas e intimidaciones.

El obispo de la Diócesis de Lucknow, Mons. Gerald Mathias advirtió que “la ley puede fácilmente ser mal utilizada o abusada” y lamentó que ya “existen varios casos de este tipo” como “la falsa acusación de una directora, Sr Bhagya SD, de Sacred Heart Convent School, una escuela católica en Madhya Pradesh”.

La persecución a las minorías religiosas en India, entre ellas los cristianos, ha aumentado desde que el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata ganó el poder en 2014, con miles de incidentes cada año, dijo la organización cristiana Open Doors. Además, acusó al partido gobernante de permitir que los extremistas ataquen a los cristianos con impunidad.