La deificación del sistema democrático, que es lo que está ocurriendo ahora mismo en Europa y Estados Unidos, con personajes como Biden, Macrón, Scholz, Von der Leyen... o Sánchez, conduce al totalitarismo
Ya hemos hablado en estas pantallas del genial libro del teólogo -y cura, que es más importante- Manuel de Santiago, publicado por Editorial San Román y que trata de las apariciones de la Virgen María a Sor Lucía, la vidente de Fátima, pero no en la portuguesa Fátima, sino en la española Tuy, donde también residió. Apariciones menos conocidas que las originales pero no menos sustanciosas.
Vivimos el último desafío de Satanás, que el cardenal Carlo Caffarra, uno de los grandes pensadores del siglo XX, escenifica como un reto de Satán a Dios Creador, así formulado: "yo te enseño cómo construyo una creación alternativa a la tuya y verás que los hombres dicen: se está mejor así. Tú les prometes libertad, yo les propongo libre arbitrio. Tú les das amor, yo les ofrezco emociones. Tú quieres la justicia, yo la igualdad perfecta que anula todas las diferencias".
Benedicto XVI: "La absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo (el hombre) se llama totalitarismo. No libera al hombre sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza"
Con estas últimas palabras me quedo: la pregonada igualdad, gozne del Sanchismo, mismamente, no es algo bueno, sino horrible. La persona es, por naturaleza, desigual. Pero todos son hijos de Dios -o ciudadanos constitucionales- y poseen iguales derechos: ¿Y qué tiene que ver esa igualdad de derechos con la igualdad de naturalezas? El hombre no puede dar razón de su existencia, porque no se ha creado a sí mismo.
Por eso, sólo Cristo, el absoluto, eleva al hombre relativo a su dignidad egregia, la de hijo de Dios. Pero el hombre, por sí sólo, no puede. Benedicto XI lo explicaba así: "La absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo (el hombre) se llama totalitarismo. No libera al hombre sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza", justo lo que han hecho el nazismo y el comunismo, ambos prescindían de Dios, y justo lo que ahora hacen los absolutistas de algo tan relativo como es la democracia -aún más relativa que el hombre-: créanme, la deificación del sistema democrático, la conversión en un fin de lo que sólo es medio, convertir en un absoluto lo que sólo es relativo, conduce al totalitarismo. Y esto es lo que está ocurriendo ahora mismo en Europa y Estados Unidos, con personajes como Biden, Macron, Scholz, Von der Leyen... o Sánchez.
La deificación del sistema democrático, que es lo que está ocurriendo ahora mismo en Europa y Estados Unidos, con personajes como Biden, Macron, Scholz, Von der Leyen... o Sánchez, conduce al totalitarismo
Grita libertad, que no igualdad. El diablo ofrece igualdad, Cristo ofrece justicia. Ahora ya podemos hablar de la política de Igualdad de Sánchez y del Ministerio de Igualdad de Irene. Mismamente.