Francisco, un Papa para rezar, no para juzgar
Operación quirúrgica el Papa Francisco, extirpación de una porción de colon. En principio, todo ha salido bien, aunque no es buena señal para el futuro, me dice un amigo médico.
Insisto: la diferencia entre el Papa Francisco y San Juan Pablo II o el propio Benedicto XVI, es que a sus dos predecesores se les insultaba pero no se les manipulaba. A éste sí. Ejemplo, no dejen de leer este artículo “Derecho y Eucaristía”, del padre Santiago Martín, sobre la reforma del Código de Derecho Canónico (el código penal de la Iglesia, por decirlo de algún modo). Cuenta la penúltima manipulación a la que ha sido sometido Francisco.
No se trata de que Francisco nos caiga simpático, porque la función del Papa no es caerme simpático… precisamente a mí. Sí, yo también pienso que, en ocasiones, el Vaticano parece correr con mangueras a las inundaciones y con barcazas a los incendios pero eso es porque mi capacidad de discernimiento tampoco está como parar tirar cohetes.
El católico está obligado a morir antes que a matar, pero la cristofobia está alcanzando tal brutalidad que me temo que ha llegado la hora de defender, físicamente, la Eucaristía… de los de fuera y de los de dentro
En cualquier caso, Francisco es un Papa para rezar, rezar por él, no para juzgar. A partir de ahí, podemos dictaminar lo que nos venga en gana, que para eso somos libres. Pero se enjuiciar al Papa como a un padre, no como a un extraño.
Ejemplo, Francisco ha cedido ante Joe Biden en una cosa y no en otra, dentro de esa definición que, como ya hemos repetido, consiste en salvar lo salvable en la peor crisis de toda la historia de la iglesia: la de ahora mismo.
El Vaticano ha interpuesto una barrera para que la Conferencia Episcopal norteamericana no le excomulgue, que creo que el que deberá hacer pero tampoco ha dicho que se pueda comulgar en pecado mortal, como algunos concluyen. De hecho inteligentemente, se negó a que acudiera al Vaticano porque lo que deseaba el miserable de Joe es que el Papa le ofreciera, personalmente, el cuerpo de Cristo. Sólo quería la misa en Santa Marta, porque eso es lo que es el abuelo Joe: un canallita aficionado al sacrilegio, un miserable para el que la vida humana nada significa y la vida eucarística es un algo manipulable.
Y sí: más vale que Francisco dure todo lo posible. Su pérdida sería una peligrosa señal
Creo que el Papa Francisco, al negarse a ofrecerle la comunión pero ralentizar la excomunión de Biden ha pretendido no acelerar la Gran Tribulación. No sé si es buena táctica pero no hay que juzgarle, hay que acompañarle.
El católico está obligado a morir antes que a matar, pero la cristofobia está alcanzando tal brutalidad que me temo que está llegando, o ha llegado ya, la hora de defender físicamente la eucaristía… defendedla de los de fuera y de los de dentro.
Y sí: más vale que este Papa dure todo lo posible. Su pérdida sería una peligrosa señal. Son muchos los que desean la muerte del Papa y más los que desean su sustitución. Ya saben, según el muy clemente paradigma: es pecado desear que la gente se muera, pero no que se vaya al Cielo.
Más vale rezar porque Francisco dure en el Vaticano. Es un papa para rezar por él, no para juzgarle a él. Yo, al menos, no quisiera estar en su pellejo.