El Gobierno Sánchez pregona a los cuatro vientos que bajo su mandato sí existe la libertad educativa. Claro ejemplo: según publica El Mundo, el Ejecutivo controlará que las autonomías dedican las becas para libros de texto a los de la Ley Celaá. Es decir, el Gobierno utiliza el dinero público -el de todos- para presionar a las autonomias para que utilicen los libros de la Lomloe. ¿Y si no lo hacen? Pues, adiós a las becas para los libros de texto. Llevado a la práctica esto significa que si a un padre se le hace elegir entre un libro gratuito que incluya los polémicos contenidos de la Ley Celaá u otro que contenga otras enseñanzas, pero que no esté subvencionado, ¿cuál creen que -por norma general- elegirá?

Así, lo explica muy bien El Mundo, MadridAndalucía y Murcia se exponen a perder hasta 25 millones de euros de ayudas del Gobierno si persisten en su pretensión de no cambiar los libros de texto el próximo curso para sustituirlos por los de la Ley Celaá. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes 21 la distribución a las autonomías de 58,5 millones de euros para financiar a las familias la compra de materiales didácticos, pero el borrador con la letra pequeña del reparto, al que ha tenido acceso EL MUNDO, establece que el Ministerio de Educación «realizará un control» para «comprobar» que efectivamente ese dinero se gasta en los nuevos manuales de la Lomloe.

Se establece así una especie de barrera que podría frenar las pretensiones rebeldes de las regiones gobernadas por el PP.

Mientras, el consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha incidido de nuevo en criticar el "adoctrinamiento" del Gobierno Sánchez ha explicado que ve posibilidades de éxito al recurso contra el currículo de la ESO por lo mucho que el Gobierno "se ha pasado" con los nuevos contenidos de la Lomloe.