Ya saben, los okupas son 'vulnerables', pero también aspiran a vivir bien, aunque sea a costa del sufrimiento ajeno. Lo vimos en unos edificios afectados por la DANA o más recientemente en Italia: los okupas son capaces de cualquier cosa con tal de quedarse en la vivienda. 

Un nuevo caso llega desde Guipúzcoa, donde los bomberos han tenido que intervenir para sofocar un incendio en un caserío construido en 1910. El caserío perteneció a la familia Zuloaga hasta 2005, año en el que se procede al desalojo de las familias que trabajaban en la vivienda. 

Durante estos 20 años el caserío ha permanecido vacío y sin mantenimiento, con el deterioro que eso supone. Esto ha sido un reclamo para muchos jóvenes que han decidido okuparlo. 

La última pareja que vivía de manera ilegal se dedicó a acumular kilos de basura, lo que hizo que el fuego se descontrolara. Según han podido conocer algunos medios, no es la primera vez que había fuego, puesto que los okupas lo hacían para calentarse, pero esta vez las llamas han arraso el inmueble. 

El ayuntamiento de Zumaia ha confirmado a Antena3 que el incendio no ha sido provocado: "Podría haberse producido por alguna chispa o por las tomas de corriente a las que estarían enganchados". 

"En cambio, circula otra versión", algunas personas apuntan que los propietarios querían echar a los okupas para construir un hotel, okupas que al parecer tienes problemas con la drogradicción, por lo que son algunos los que apuntan a que pudieran haberlo provocado.